Bombardeo deja tres comunicadores muertos y varios heridos en Hassbeya.
La violencia sin límites del ejército israelí cobró la vida de al menos tres periodistas en un brutal bombardeo en la localidad de Hassbeya, en el sur del Líbano, dejando a otros varios heridos en el ataque.
El canal panárabe Al-Mayadeen lamentó profundamente la muerte del camarógrafo Ghassan Najjar y del técnico de transmisión Muhammad Redha, quienes fueron asesinados cuando dos misiles impactaron directamente un complejo de viviendas que albergaba a periodistas, fotógrafos y técnicos.
El canal Al-Manar confirmó también la trágica muerte del camarógrafo Wissam Qassem, mientras que la Defensa Civil libanesa reportó que tres comunicadores perdieron la vida en esta incursión.
Ghassan bin Jeddou, presidente de la junta directiva de la Red Al-Mayadeen, no dudó en calificar este acto como un crimen de guerra, responsabilizando al ocupante israelí por intentar silenciar a aquellos que han desenmascarado sus atrocidades.
"Al-Mayadeen continúa y no retrocederá jamás", afirmó con firmeza Bin Jeddou, reflejando la resistencia de los medios ante la represión.
Este ataque no es un hecho aislado. El miércoles pasado, el ejército israelí bombardeó las oficinas del canal en Beirut, causando graves daños materiales, aunque la sede había sido evacuada ante el avance de la agresión sionista. El medio expresó su indignación al responsabilizar a Israel por este ataque a una instalación mediática emblemática.
La historia se repite: hace un año, un ataque similar segó las vidas de la reportera Farah Omar y el camarógrafo Rabih Maamari, ambos del mismo canal.
La escalofriante cifra de víctimas por las agresiones sionistas ha llegado a 2,593 muertos y 12,119 heridos, según el Ministerio de Salud Pública del Líbano, con la reciente noticia de tres militares fallecidos en un ataque aéreo. Con datos de Prensa Latina