Un estudios muestra cómo las urbes intensifican precipitaciones y empeoran inundaciones
Miami.-Un reciente estudio global ha confirmado que las ciudades no solo crean más calor, sino también más lluvias, un fenómeno bautizado como “isla de lluvia urbana”. Según esta investigación, que abarcó más de mil ciudades en el mundo, alrededor del 63% de las urbes registran mayores precipitaciones que sus áreas rurales circundantes.
Este “efecto isla de lluvia” no es solo anecdótico; en ciudades como Houston, la diferencia llega a cinco pulgadas de lluvia adicionales al año en comparación con las zonas vecinas, aumentando los riesgos de inundaciones repentinas.
Los científicos detrás de este estudio, publicado en la Proceedings of the National Academy of Sciences, señalan que las altas concentraciones de edificios en las ciudades actúan como barreras naturales al viento, lo que hace que el aire converja en los centros urbanos, elevando la humedad y favoreciendo la formación de lluvias.
“Las ciudades suelen tener edificios, especialmente edificios altos, que hacen que el aire converja o se acumule”, dijo el meteorólogo Marshall Shepherd
Indican que esa confluencia, combinada con el efecto de la “isla de calor” urbana, donde el aire más cálido y ascendente forma nubes, crea un entorno perfecto para precipitaciones adicionales.
“Las ciudades suelen tener edificios, especialmente edificios altos, que hacen que el aire converja o se acumule”, dijo el meteorólogo Marshall Shepherd, ex miembro de la NASA y ahora de la Universidad de Georgia, y coautor del estudio. “Piense en dos trenes que chocan; sus extremos delanteros se elevan. Eso es convergencia”.
De esta forma, los edificios de la ciudad proporcionan una fuente de sustentación para empujar el aire cálido y húmedo de la superficie hacia el aire más frío que está por encima de ellos, donde puede transformarse en nubes de lluvia.
Otro factor es la propia isla de calor urbana: según la NASA, este aumento de temperatura puede proporcionar una fuente de aire inestable. Si el aire sobre una ciudad es más cálido que el aire que la rodea, tiende a ascender. A medida que el aire calentado por la ciudad asciende, se enfría y forma nubes productoras de lluvia que empapan la zona a sotavento.
Si el aire sobre una ciudad es más cálido que el aire que la rodea, tiende a ascender. A medida que el aire calentado por la ciudad asciende, se enfría y forma nubes productoras de lluvia que empapan la zona a sotavento.
Las implicaciones son significativas, ya que estas anomalías de precipitación urbana podrían empeorar las inundaciones y otros problemas en las áreas densamente pobladas de las ciudades.
Además de Houston, el área metropolitana de Miami-Fort Lauderdale-West Palm Beach es la otra ciudad estadounidense que presenta una marcada diferencia entre las precipitaciones urbanas y rurales, según el nuevo estudio. A nivel mundial, destacan ciudades como Ho Chi Minh (Vietnam), Kuala Lumpur (Malasia) y Lagos (Nigeria).
En general, las ciudades con mayor población, emisiones de aerosoles y efectos de isla de calor urbana tenían más probabilidades de tener mayores precipitaciones anuales que otras.
Para llegar a estos resultados, los investigadores de la Universidad de Georgia y la Universidad de Texas utilizaron datos de satélite de alta resolución que abarcan desde 2001 hasta 2020, revelando que las ciudades más pobladas y con mayores emisiones de aerosoles muestran las precipitaciones más altas en comparación con zonas rurales cercanas.
Este fenómeno subraya la necesidad de repensar el diseño urbano, ya que las ciudades, al influir directamente en sus patrones de lluvia, enfrentan el desafío de gestionar sus impactos climáticos y de infraestructura.
Lea el estudio: https://iris.uga.edu/2024/09/13/marshall-shepherd-provides-expertise-on-on-urban-rainfall-patterns-research-usa-today/