Fiscalía de Milán expone red criminal que amenaza la seguridad nacional italiana.
Este domingo, la Fiscalía de Milán ha destapado un escándalo monumental: una red de espionaje que apunta a personalidades italianas, incluyendo a la primera ministra Giorgia Meloni, y que cuenta con el respaldo de altos funcionarios públicos, la mafia y espías extranjeros. La revelación ha dejado a Italia en estado de alarma y ha puesto en duda la integridad de sus instituciones.
El fiscal Francesco De Tommasi ha destacado en su solicitud de detención que los sospechosos están respaldados por “alto nivel” en diversos ámbitos, incluyendo organizaciones mafiosas y servicios secretos internacionales.
Estos individuos, según el fiscal, se jactan de su capacidad para influir en investigaciones judiciales y obstruir procesos legales, lo que ha suscitado una profunda indignación en la opinión pública.
Las indagaciones han revelado que el grupo criminal, vinculado a la empresa Pattari en Milán, opera como una vasta red estructurada, donde cada miembro tiene conexiones dentro de la policía y otras instituciones públicas.
Se indica que la red les permite obtener información confidencial y sensible de manera ilícita, utilizando tácticas sofisticadas para eludir la vigilancia de las autoridades.
60 sospechosos están bajo investigación
Aproximadamente 60 sospechosos están bajo investigación, de los cuales seis han sido arrestados. La Fiscalía ha determinado que este grupo de piratas informáticos accedió a miles de documentos y comunicaciones, incluyendo información bancaria y fiscal, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad de las personas involucradas.
El uso de tecnologías avanzadas y métodos de hacking para infiltrarse en sistemas de información crítica ha sido un componente clave en el éxito de sus operaciones.
Entre los arrestados se encuentra Carmine Gallo, un ex policía considerado el cabecilla de la trama, quien tenía acceso a datos personales de las víctimas. Gallo supuestamente coordinaba las actividades del grupo, aprovechando su experiencia en la fuerza policial para evadir la detección.
Descubierta una red de espionaje a personalidades italianas con apoyo de la mafia y espías extranjeros
Este grupo contaba con itinerarios y localización de sus objetivos, utilizando información de teléfonos móviles, compras de tarjetas de crédito y datos de redes sociales para seguir de cerca a sus víctimas.
Se ha descubierto que la red había accedido a la base de datos central de la Policía y otros sistemas de información, acumulando cerca de 800.000 registros sobre antecedentes.
El acceso no autorizado a información sensible representa un grave incumplimiento de la seguridad nacional y pone de manifiesto las vulnerabilidades en las que se encuentran las instituciones italianas.
Los espiados
Los espiados incluyen a la primera ministra Meloni, cuyos movimientos bancarios fueron monitorizados, aparentemente con la colaboración de un empleado de un banco en Bari que ya ha sido despedido. La hermana de Meloni, Arianna, y su expareja, Andrea Giambruno, también fueron blanco de esta intrusión.
Estos ataques no solo comprometen la seguridad de las figuras públicas, sino que también generan un clima de desconfianza y miedo en la ciudadanía.
Además, dos detenidos alardeaban de haber pirateado la dirección de correo electrónico del presidente italiano, Sergio Mattarella, un acto que no solo es ilegal, sino que también es un ataque directo a la soberanía del país.
Con más de 1.000 páginas de evidencias, la Fiscalía está decidida a desmantelar esta peligrosa red que ha desafiado la seguridad nacional y la confianza del pueblo italiano.
Este escándalo subraya la necesidad de una revisión urgente de los protocolos de seguridad y la implementación de medidas más rigurosas para proteger a los ciudadanos y las instituciones del país.
La respuesta del gobierno será crucial para restaurar la confianza pública y demostrar que Italia está dispuesta a combatir la corrupción y el crimen organizado a todos los niveles.