El expresidente rechaza las acusaciones de invocar a Hitler y arremete contra su rival demócrata.
MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) – En un encendido mitin en Georgia, Donald Trump, expresidente de Estados Unidos y actual candidato republicano a la Casa Blanca, ha negado con firmeza las críticas de su adversaria Kamala Harris, quien lo acusó de “invocar” a Adolf Hitler. “No soy un nazi, soy lo opuesto a un nazi”, declaró Trump ante sus seguidores, respondiendo así a las afirmaciones de Harris que han agitado la recta final de la campaña electoral, con los comicios previstos para el próximo 5 de noviembre.
En su intervención, Trump desestimó la retórica de la vicepresidenta, asegurando que las acusaciones reflejan la desesperación de su oponente. “La última declaración de Kamala y su campaña es que cualquiera que no vote por ella es un nazi”, dijo el candidato republicano, quien aprovechó para subrayar que su educación familiar le inculcó una postura clara respecto al uso de términos vinculados al nazismo. “Tuve un padre muy bueno, un tipo duro, que siempre me decía: ‘Nunca uses la palabra nazi. Nunca uses esa palabra’. Y luego decía: ‘Nunca uses la palabra Hitler’.”
Estas declaraciones llegan en un momento en que el clima político estadounidense se ha vuelto especialmente tenso. Harris, en un evento reciente, calificó como “peligroso e inaceptable” que Trump recurra a alusiones sobre Hitler, recordando la responsabilidad del dictador alemán en la muerte de millones de judíos durante el Holocausto y la pérdida de vidas estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial. “Es profundamente preocupante que alguien que aspira a liderar nuestra nación invoque a Hitler en su discurso”, sostuvo la demócrata.
Trump no dejó pasar la oportunidad de contraatacar, acusando a Harris de incrementar la agresividad de su discurso debido a los malos resultados en las encuestas. “Ella sabe que está perdiendo y, por eso, ha elevado el tono de manera radical. Ahora me llama Hitler y lo que se le ocurra. Es una amenaza para la democracia y no está capacitada para ser presidenta, ¡y sus números en las encuestas lo demuestran!”, afirmó ante un público entregado en el estado de Georgia, considerado crucial para definir el resultado de las elecciones.
Este cruce de declaraciones subraya la polarización extrema que marca la actual contienda electoral, donde ambos candidatos buscan consolidar su base de votantes en un contexto de creciente crispación. A medida que se acerca el día de las elecciones, se espera que los ataques verbales y la tensión en los debates públicos aumenten, definiendo una carrera que podría ser una de las más reñidas en la historia reciente del país.
Los expertos señalan que Georgia, un estado oscilante, jugará un papel determinante en los resultados del 5 de noviembre, lo que explica la intensa presencia de ambos candidatos en la región durante las últimas semanas. Mientras Trump intenta presentarse como la única opción capaz de “salvar a la democracia”, Harris busca movilizar al electorado subrayando los riesgos que, en su opinión, implicaría el retorno del expresidente al poder.
La campaña presidencial estadounidense avanza entre controversias y acusaciones, con el peso de la historia y el impacto de las palabras al centro del debate.