Freeman lidera con jonrón y Buehler brilla en el montículo
Nueva York.- Los Dodgers de Los Ángeles quedaron a un paso de coronarse campeones de la Serie Mundial al derrotar 4-2 a los Yankees de Nueva York en el Juego 3. Con esta victoria, el conjunto angelino se coloca 3-0 en la serie, perfilándose hacia una barrida histórica que pocos imaginaban posible, considerando que ambos equipos dominaron sus respectivas ligas a lo largo de la temporada.
Freddie Freeman continúa en estado de gracia al conectar un jonrón por tercer partido consecutivo, aportando dos carreras cruciales en la primera entrada. El abridor Walker Buehler ofreció una sólida actuación desde el montículo, lanzando cinco entradas de calidad antes de ceder el relevo.
A partir de ahí, el bullpen de los Dodgers se encargó de cerrar la puerta, utilizando seis lanzadores que limitaron cualquier intento de remontada de los Yankees. Con este triunfo, los Dodgers se colocan al borde de su octavo campeonato y el segundo en los últimos cinco años.
Un elemento inesperado en esta Serie Mundial ha sido la participación del japonés Shohei Ohtani. A pesar de arrastrar una lesión en el hombro izquierdo, su compromiso ha sido ejemplar, contribuyendo tanto en el terreno como en el vestuario. “Estamos a un paso de alcanzar nuestra meta, y eso es lo único que importa ahora”, declaró Freeman, dejando claro el enfoque inquebrantable del equipo hacia la conquista del título.
La historia como inspiración y advertencia
En las casi ocho décadas de historia de la Serie Mundial, solo una vez un equipo ha logrado revertir un 0-3: los Medias Rojas de Boston en 2004, precisamente ante los Yankees. Curiosamente, el actual mánager de los Dodgers, Dave Roberts, fue parte clave de aquella hazaña, recordado por su icónico robo de base en el Juego 4, que marcó el inicio de la remontada épica. No obstante, Roberts ha dejado claro que su equipo no se permite distracciones ni busca inspiración en eventos pasados.
Contribuciones clave en un escenario emblemático
El Juego 3 ofreció momentos memorables en el icónico Yankee Stadium. Mookie Betts y el puertorriqueño Kiké Hernández impulsaron carreras oportunas, mientras que el dominicano Teóscar Hernández destacó con su defensiva al realizar un espectacular disparo desde el jardín izquierdo que frenó a un corredor en el plato. Cada detalle ha contado en esta serie para unos Dodgers que han demostrado solidez tanto ofensiva como defensiva.
Con la serie inclinada a su favor, los Dodgers buscarán consumar la barrida en el Juego 4 y evitar dar oportunidad alguna a los Yankees. La misión es clara: evitar que Nueva York tome impulso, consciente de que un triunfo de los locales podría reavivar sus esperanzas.
La historia está al borde de ser escrita, y los Dodgers tienen en sus manos una oportunidad única de consolidar su supremacía en el béisbol de las Grandes Ligas. Un campeonato no solo sellaría una temporada sobresaliente, sino que reafirmaría su estatus como una de las franquicias más exitosas y consistentes del deporte moderno.