La tormenta extrema deja 63 muertos y desaparecidos en varias provincias
La reciente DANA, que está golpeando ferozmente a la Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha, ha cobrado hasta ahora 63 vidas, situándose como el tercer desastre natural más mortífero en España en décadas.
En Valencia se registran 62 decesos y uno más en Cuenca, superando ya a catástrofes como la riada del Turia en 1957 y la devastadora inundación de Biescas en 1996, según fuentes de emergencias.
Una Tragedia Sin Precedentes
España ha experimentado desastres climáticos significativos, pero pocos han alcanzado el impacto de esta DANA. En el pasado, las inundaciones de Biescas y la riada de Valencia modificaron radicalmente el paisaje y las políticas hídricas de las regiones afectadas.
Biescas, con 87 muertos en 1996, marcó un antes y un después en la provincia de Huesca, mientras que la inundación de Valencia en 1957 impulsó el desvío del río Turia para evitar futuros desastres.
Hasta el momento, las lluvias torrenciales y las tormentas han dejado un rastro de destrucción en el este y sureste del país.
La DANA, con al menos 63 muertos, es ya el tercer mayor desastre natural de la historia de España.Le superan la riada de Biescas (Huesca) de 1996, con 87 muertos, y la riada del Turia (Valencia) de 1957, con 81 fallecidos
Las autoridades de emergencia han confirmado 62 víctimas en la Comunidad Valenciana y el deceso de una anciana en Cuenca. Además, continúa la búsqueda de seis desaparecidos en Letur (Albacete) y varios más en Valencia.
La AEMET ha declarado esta DANA como la “gota fría más adversa” en lo que va de siglo en la Comunidad Valenciana, superando el impacto de la DANA de 2019 y acercándose a históricos temporales de los años ochenta. Entre ellos, la pantanada de Tous en 1982, que dejó 30 muertos, y el temporal de 1987, con cuatro fallecidos.
Otros Desastres en la Historia
La DANA actual evoca tragedias pasadas como la riada de Bilbao de 1983, donde el desbordamiento del río Nervión dejó 34 muertos, o la "Tragedia del Llanito" en La Palma, que en 1957 cobró otras 34 vidas y arrasó campos y viviendas.
También se recuerdan las tragedias de Badajoz en 1997 y del Tamarguillo en Sevilla en 1961, que dejaron un saldo devastador de víctimas y heridos.
España sigue lidiando con los efectos del cambio climático que intensifican estos fenómenos. Los incendios, olas de calor, y desastres como la erupción del volcán de La Palma en 2021 y la nevada de Filomena, refuerzan la necesidad de tomar medidas para enfrentar futuros desafíos climáticos.