La única salida a la crisis es una colaboración sin fisuras entre las principales figuras del poder ejecutivo
La plataforma Chwazi Ayiti ha lanzado un urgente llamado de paz, proponiendo un pacto de no agresión entre las figuras de la cúpula política haitiana. Según expertos, Haití enfrenta una crisis sin precedentes, donde la discordia y los intereses individuales están frenando cualquier avance hacia soluciones que beneficien al pueblo.
Los líderes de Chwazi Ayiti, encabezados por Cliff Coulanges, han solicitado al primer ministro provisional, Garry Conille, una remodelación gubernamental inmediata, en sintonía con el reclamo del Consejo Presidencial de Transición (CPT), que también exige reorganizar el gabinete para restaurar la armonía.
La carta, citada por Le Facteur Haití, subraya que la única salida a la crisis es una colaboración real y sin fisuras entre las principales figuras del poder ejecutivo.
Esta cooperación, según Chwazi Ayiti, debería prohibir cualquier acto de insubordinación, buscando preservar el respeto por las instituciones democráticas y las autoridades establecidas.
Sin embargo, en el trasfondo de este llamado a la paz, surgen sospechas y acusaciones que podrían complicar aún más el panorama.
El oscuro rol de los mercenarios
Paralelamente al llamado de paz, surge un conflicto aún más delicado: la posible presencia de mercenarios en Haití, una situación que ha generado sospechas y tensiones en el seno del gobierno.
Según el diario Le Nouvelliste, el CPT ha citado a Conille para que aclare esta situación, solicitando detalles sobre el posible financiamiento y el propósito de estos mercenarios en suelo haitiano.
La convocatoria busca respuestas a inquietudes graves: la existencia de contratos con estos grupos armados, la cantidad de integrantes en el comando, y los objetivos específicos que podrían estar cumpliendo en el país.
Sospechas y la sombra de Jovenel Moïse
Esta situación recuerda de manera inquietante el asesinato del presidente Jovenel Moïse, quien fue brutalmente asesinado el 7 de julio de 2021 en su residencia.
Los mercenarios responsables, en su mayoría de origen colombiano, ejecutaron el ataque con precisión y fueron entrenados en armas sofisticadas, inteligencia y operaciones especiales.
Estos mercenarios, según reportes, formaban parte de comandos que alguna vez operaron en misiones contra guerrillas, respaldados y financiados por organismos extranjeros.
El impacto de aquel asesinato aún resuena en el país, y ahora, la sola mención de mercenarios revive los peores temores de una intervención similar.
Posible Recrudecimiento de la Inestabilidad
Los rumores de nuevos mercenarios crean un ambiente de alta tensión y desconfianza. Haití se encuentra en una encrucijada peligrosa: por un lado, está la propuesta de un pacto de paz para resolver los problemas internos; por otro, la posibilidad de que estos mercenarios reaviven conflictos y pongan en jaque cualquier avance hacia la estabilidad institucional.
La situación pone a prueba la capacidad de las figuras políticas de priorizar el bienestar nacional por encima de sus agendas personales. La próxima comparecencia de Conille ante el CPT podría marcar el futuro del país.
La pregunta es ¿Optarán los líderes haitianos por la paz y la estabilidad, o permitirán que las sombras de la desconfianza y la intervención militar ganen terreno nuevamente? ESte artículo contó con aportes de Prensa Latina