Su legado inmortal abarca décadas de jazz, pop y derechos civiles
La historia de la música en Estados Unidos hoy se escribe con tristeza: Quincy Jones, el coloso que marcó generaciones, ha fallecido a los 91 años, dejando un legado imborrable.
Este lunes, la noticia de su deceso resuena en todos los medios, tras confirmarse que murió anoche en su hogar en Bel Air, California, rodeado de sus hijos, hermanos y otros seres queridos, según informó su publicista, Arnold Robinson.
“Con el corazón roto pero lleno de gratitud, compartimos la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones”, expresó la familia en un mensaje conmovedor, rindiendo homenaje al hombre que, con su talento y perseverancia, redefinió la música en múltiples géneros.
Jones no solo fue un virtuoso del jazz y el pop, sino también un pionero como arreglista, director, productor y ferviente defensor de los derechos civiles.
Su visión musical y su inigualable estilo marcaron las carreras de figuras tan icónicas como Ray Charles, Frank Sinatra y Michael Jackson.
En especial, como productor de "Thriller", el álbum de Jackson que se convirtió en el más vendido de todos los tiempos, Jones consolidó su estatus como un arquitecto de la música moderna.
Nacido el 14 de marzo de 1933 en Chicago, Illinois, Quincy Jones dejó una huella inigualable como trompetista, compositor, director de orquesta y productor.
Su carrera, descrita por el diario The New York Times como una de las fuerzas más poderosas en la música popular estadounidense, redefinió el arte durante más de medio siglo y cimentó su legado como uno de los gigantes indiscutibles del entretenimiento y la cultura.