Informe destaca áreas clave para un crecimiento inclusivo y resiliente
Santo Domingo.- El informe "BIDeconomics: Panorama de Oportunidades 2024″, presentado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), evalúa las perspectivas de crecimiento y desarrollo sostenible para la República Dominicana. El documento identifica tres pilares estratégicos para fortalecer el progreso del país, que ha experimentado una significativa mejora económica en las últimas dos décadas, aumentando su PIB per cápita del 27.6% en 2000 al 44.8% en 2022, comparado con el promedio de los países de la OCDE.
El estudio resalta el potencial del país como referente económico regional, con un crecimiento promedio anual del 5.4% entre 2005 y 2022, frente al 2.3% de América Latina y el Caribe. Sin embargo, señala brechas críticas en áreas como la productividad, el acceso equitativo a servicios de calidad y la vulnerabilidad ante fenómenos climáticos. De acuerdo con el BID, estas barreras requieren de políticas específicas y una mayor colaboración entre el sector público y privado para fomentar la sostenibilidad y la inclusión.
Educación y bienestar social como pilares del crecimiento inclusivo
Uno de los aspectos más destacados en el informe es la importancia de mejorar el acceso y la calidad de la educación, un área en la que la República Dominicana enfrenta retos significativos. El BID sugiere que, aunque el gasto público en educación se ha duplicado en la última década, aún persisten deficiencias en términos de eficiencia y equidad. La propuesta incluye el fortalecimiento de sistemas como el SIGERD para optimizar la asignación de recursos y la creación de un sistema de evaluación docente que fomente la calidad educativa.
El documento también enfatiza la necesidad de mejorar la salud y la protección social, señalando que el 60% de las muertes en el país están relacionadas con enfermedades crónicas. A través de redes integradas de servicios y un enfoque en la prevención, el BID recomienda impulsar una estrategia de atención primaria que atienda a la creciente demanda de servicios de salud y protección social para la población vulnerable.
Compromiso público-privado y sostenibilidad climática
El segundo pilar, centrado en la cooperación entre el sector público y el privado, resalta la urgencia de desarrollar infraestructuras resilientes al cambio climático. República Dominicana es el 12º país más vulnerable a nivel mundial según el Índice de Riesgo Climático Global, y los daños provocados por eventos climáticos extremos representan pérdidas cercanas al 1.5% del PIB anual. El BID recomienda inversiones en infraestructura verde, así como en el sector energético, que en la actualidad depende en un 84% de fuentes fósiles. La transición hacia energías renovables no solo reduciría las emisiones de CO2, sino que también aseguraría una estabilidad en los costos energéticos a largo plazo.
Para fomentar la innovación financiera, el BID plantea estrategias que permitan el acceso a servicios financieros inclusivos, como la creación de un fondo de garantías que incentive el crédito para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes). Además, se destaca la necesidad de incentivar la inversión en investigación y desarrollo, un ámbito donde República Dominicana aún presenta un rezago respecto a otros países de la región.
Turismo sostenible y modernización agrícola: los motores de la economía dominicana
Finalmente, el BID resalta el turismo y la agricultura como sectores clave para el desarrollo económico. La entidad sugiere ampliar el enfoque del turismo hacia un modelo sostenible que permita diversificar las experiencias más allá del tradicional "sol y playa". El informe propone fortalecer el turismo ecológico y cultural, atrayendo visitantes de mercados emergentes como Asia y América del Sur, y desarrollando destinos turísticos con infraestructuras sostenibles.
En cuanto a la agricultura, el informe sugiere implementar tecnologías climáticamente inteligentes y mejorar el acceso al financiamiento, especialmente para los pequeños agricultores. A pesar de que el sector agrícola representa una porción importante del PIB, el país enfrenta limitaciones en calidad y acceso a mercados internacionales. Según el BID, modernizar el sector y fomentar cadenas de valor sostenibles impulsaría la competitividad agrícola y reduciría la dependencia en monocultivos.
Perspectivas a futuro: una estrategia sostenible y resiliente
El BID concluye que el progreso económico de República Dominicana es innegable, pero su sostenibilidad depende de acciones que fomenten la inclusión, la equidad y la resiliencia ante el cambio climático. Con políticas públicas adecuadas y una visión conjunta entre los sectores público y privado, el país tiene el potencial de consolidarse como una economía sostenible y de referencia en la región.