Tropiezos increíbles e inaceptables decisiones

Unas más se han producido por falta de lectura de leyes, disposiciones y decretos, amén de la Carta Magna

En las últimas semanas algunas decisiones tomadas por el gobierno han sido rechazadas, criticadas y hasta engavetadas, por inoportunas, mal presentadas o peor defendidas.

Incluyendo, por supuesto, la llamada Reforma Fiscal que, en el fondo, gran parte de la población y los principales especialistas en la materia defienden y postulan como necesarias e impostergables y oposición de los que más tienen que perder o dejar de ganar. 

Otras han sido rechazadas porque la población másdeprimida, aunque paga pocos impuestos directos, se siente herida y golpeada, a sabiendas de que los poderosos no pierden nunca, pues aumentan los precios de productos, equipos y servicios y ‘san se acabó’. Se joden los pobres.

Unas más se han producido por falta de lectura de leyes, disposiciones y decretos, amén de la Carta Magna, por parte de sus prohijadores.

Finalmente, todo recae sobre el presidente Abinaderque, de tanto trabajar, no puede ocuparse de todo lo que otros funcionarios son responsables.

Los problemas básicos del país hasta los chinos de Bonao los conocen y los tigres de Gualey, Guachupita, Capotillo o Cristo Rey saben cómo se solucionan.

Estos son los más importantes, sin orden específico de solución:

1- Migración, o enorme cantidad de haitianos ilegales y sin papeles residentes en el país, con todo lo que ello significa en salud, educación, economía, seguridad, enfermedades e ingratitudes.

2- Evasores de impuestos y CORRUPCION en casi todo.

3- Tránsito vial y sus contaminantes.

4- Estupefacientes y delincuencia, amantes en días y noches, que lo trastornan todo.

De cada uno hablamos o escribimos en este texto.

El principal problema del país, en nuestra opinión, la migración y los migrantes ilegales haitianos, no pareceentrar en una ruta de solución definitiva. 

Militares, policías y civiles, funcionarios y conductores de vehículos, continúan permitiendo la entrada de parturientas sin papeles, de civiles sin papeles y de toda clase de productos ‘non santos’ para nuestro país.

Y con eso Lee Ballester ni nadie puede, puesto que cuando no es Juan es Lucas quien apoya ese ‘negocio’.

Luego siguen los evasores de impuestos que incluyen a los más poderosos del país que, cuando no es por sus aportes a los candidatos, se las ‘ingenian’ para corromper a funcionarios, guardias, choferes y vigilantes en las aduanas del país. Aunque todo dizque esté bajo tecnología.

Sin restarle mérito alguno seguiría el problema del tránsito vial, que se ha convertido en una pandemia peor que el Covid-19. Problema que, con ordenar los semáforos y sacar de circulación a vehículos de larga vida, comenzaría a solucionarse de inmediato.

Claro, agregando la obligatoriedad para motociclistas y camioneros de respetar las leyes, con sanciones severas contempladas para los violadores. 

La CORRUPCION podría entrar en este lugar, aunque temo que podría ser el primero porque está envuelto, invicto y con poder en todos los entramados de la sociedad dominicana. Y digo en TODOS.

Finalmente, y para no cansar a nadie, el tema de las drogas, su proliferación en todo el país, y el auge de la delincuencia que tan unida va a los estupefacientes.

Claro que no son tareas fáciles de resolver, mientras la educación ande por el suelo; la salud dé un pasito hacia adelante y otros nueve hacia atrás.

En un país tan pobre que debe tomar préstamos hasta para mejorar los servicios de electricidad y agua potable, arreglar calles, avenidas, autopistas y construir puentes, escuelas y centros de salud en todas partes, estos problemas se multiplican. 

Suerte que en este país que tanto queremos, respetamos y defendemos, hoy existe libertad de prensa y de expresión para escribir y hablar, sin que el gobierno encabezado por Luis Abinader persiga ni obligue a nadie a hacer lo correcto, algo que tanto se pedía a anteriores gobiernos llenos de corrupción y maldades, sin que sus funcionarios civiles y militares oyeran ni creyeran en nadie.

3 de noviembre de 2024.