El robo de datos a través del "trashing" pone en riesgo nuestra privacidad.
Los documentos y dispositivos descartados, tanto físicos como digitales, son el nuevo objetivo de los cibercriminales gracias a una técnica conocida como 'trashing' o 'dumpster diving'. Esta práctica maliciosa permite a los delincuentes acceder a datos sensibles olvidados por sus víctimas, como facturas, embalajes de productos o incluso dispositivos como móviles y ordenadores.
La información que se encuentra en la basura puede incluir desde nombres completos, direcciones y números de teléfono, hasta datos bancarios o credenciales digitales. Estos datos sirven para llevar a cabo ataques cibernéticos y ciberestafas.
Se advierte sobre el riesgo creciente de este tipo de robo de información, explicando que las consecuencias pueden ser desastrosas: robo de identidad, saqueo de cuentas bancarias e incluso extorsión.
A pesar de que los usuarios crean que al tirar estos documentos o dispositivos ya se han "deshecho" de ellos, los cibercriminales encuentran en ellos un acceso fácil a nuestra vida digital.
Para evitar que los delincuentes saquen provecho de nuestra confianza, las autoridades recomiendan destruir correctamente todos los documentos con datos personales, ya sea con un marcador permanente, una trituradora de papel o tijeras.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) también enfatiza la importancia de realizar un borrado seguro de archivos en dispositivos electrónicos, utilizando herramientas especializadas que aseguren la eliminación total de los datos, evitando así que puedan ser recuperados y utilizados en futuras ciberamenazas. Con datos de Europa Press