El Kremlin considera una posible llamada entre ambos líderes en enero.
MOSCÚ, 7 de noviembre — El reciente triunfo electoral de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha generado un posible acercamiento entre el líder estadounidense electo y el presidente ruso, Vladimir Putin. Así lo dejó entrever Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, quien hoy confirmó que Moscú no descarta una comunicación entre ambos mandatarios antes de la toma de posesión oficial de Trump, prevista para enero próximo.
El interés en un primer contacto entre Trump y Putin se deriva de una declaración previa de Trump, en la que manifestó su intención de llamar al presidente ruso antes de asumir el poder. La relación entre ambos países ha estado marcada por la tensión y las diferencias estratégicas, lo cual añade relevancia a cualquier interacción temprana que pudieran sostener.
Aunque los preparativos para una reunión cara a cara aún no han comenzado, el comentario de Peskov genera expectativas en torno a la relación futura entre Estados Unidos y Rusia bajo la administración de Trump, recoge la agencia Xinhua. Este posible diálogo podría brindar un primer vistazo de la política exterior que adoptará el nuevo gobierno estadounidense en sus relaciones con Rusia.
El triunfo de Trump, quien ya ocupó la Casa Blanca entre 2017 y 2021, representa el regreso de una figura polémica y conocida en la arena internacional. Su victoria sobre la actual vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata en esta contienda, reafirma un estilo de liderazgo que históricamente ha priorizado el diálogo directo con líderes internacionales, incluidos aquellos considerados adversarios de Estados Unidos.
Para el Kremlin, la eventual conversación entre Putin y Trump es vista como una oportunidad de reiniciar la relación, que durante los últimos años se ha visto afectada por sanciones, disputas geopolíticas y desacuerdos en temas clave como el conflicto en Ucrania. La pregunta en el aire es si Trump buscará moderar su postura hacia Moscú o si, por el contrario, mantendrá la línea dura adoptada por su predecesor.
La diplomacia mundial aguarda, mientras se evalúan las implicancias de un posible acercamiento entre Washington y Moscú, que podría redefinir el curso de las relaciones internacionales en los próximos años.