Genera crisis ambiental en España contaminando suelos y aguas subterráneas.
La DANA que arrasó la región de Valencia no solo dejó a su paso mortal con más de 200 muertos, sino que además, ha dejado una estela de destrucción en infraestructuras, viviendas y vehículos, desatando esto último una crisis ambiental sin precedentes en España.
Así, más de 100,000 vehículos quedaron destrozados, amontonados en calles y solares, convertidos en bombas tóxicas que amenazan el ecosistema local.
Montañas de autos tóxicos, Un desafío para España
El Consorcio de Compensación de Seguros ha recibido hasta el momento 83,437 solicitudes de indemnización, pero las proyecciones indican que la cifra podría superar los 100,000 vehículos. Estos autos, dañados irreparablemente por las lluvias torrenciales, están siendo acumulados en vertederos improvisados mientras las autoridades buscan soluciones.
Fernando Follos, consultor de residuos, alertó a El Diario que la capacidad de los centros de tratamiento autorizados es insuficiente para procesar semejante volumen.
"Estamos hablando de un 20% adicional a la carga anual habitual", señaló, subrayando que en 2023 se gestionaron 533,597 vehículos en estos centros.
Contaminación Masiva: Aceites, Combustibles y Tóxicos en el Ecosistema
La situación es alarmante. Estos vehículos destruidos contienen aceites, combustibles y refrigerantes que, al filtrarse, pueden contaminar suelos y aguas subterráneas, afectando no solo la flora y fauna, sino también los recursos hídricos de la región.
Carlos Arribas, portavoz de Ecologistas en Acción, advirtió: "Estamos ante un riesgo ambiental colosal. Si no se gestionan estos residuos de forma rápida y efectiva, las consecuencias serán devastadoras".
Soluciones urgentes o desastre ambiental irreversible
A falta de un plan logístico claro, las autoridades han optado por almacenar estos vehículos en terrenos abiertos, lo que agrava el problema. Los expertos coinciden en que, si no se toman medidas inmediatas, España podría enfrentar un desastre ambiental de proporciones inéditas.
Mientras tanto, las comunidades afectadas observan con preocupación cómo el impacto de la DANA se transforma en una amenaza a largo plazo para su entorno y salud.
La cuenta regresiva ha comenzado: España debe actuar ahora o enfrentar las consecuencias de un envenenamiento ambiental masivo.