Alix Didier Fils-Aimé promete elecciones y seguridad en un país devastado
PUERTO PRÍNCIPE – En medio de un caos absoluto y sin presidente desde 2021, Haití ha juramentado este lunes a un nuevo primer ministro, el empresario Alix Didier Fils-Aimé, quien ha prometido enfrentar la brutal inseguridad que asola al país y organizar elecciones libres tras ocho años de parálisis política.
"Me comprometo ante ustedes a ser digno de la confianza que depositan en mí", declaró con énfasis durante su discurso de toma de posesión, según lo reportado por 'Gazette Haiti'. Fils-Aimé insistió en su “demostrado patriotismo”, comprometiéndose a dedicar su energía y capacidades al rescate de un país sumido en la desesperación.
¿Realidad o retórica? Promesas vacías en tiempos de crisis
En su primer mensaje al país, el nuevo jefe de Gobierno prometió priorizar la seguridad de personas, bienes e infraestructuras, elementos hoy en día bajo constante amenaza de las violentas bandas armadas que controlan gran parte del territorio haitiano.
“Necesitamos un frente común, una política de suma. No más divisiones políticas”, subrayó, en un llamado a la unidad nacional.
Sin embargo, las palabras de Fils-Aimé llegan en un contexto de crisis y desconfianza, donde sus promesas suenan huecas para una población cansada de esperar soluciones que nunca llegan.
Por su parte, Leslie Voltaire, presidente del Consejo Presidencial de Transición, elogió el "coraje y determinación" del primer ministro saliente, Garry Conille, quien no asistió a la ceremonia.
Conille fue destituido tras oponerse a una reorganización ministerial impulsada por el Consejo, una decisión que él calificó de “ilegal” y que, según sus palabras, genera "graves dudas sobre la legitimidad" del actual Gobierno.
Un país sin rumbo: Haití bajo el yugo de la violencia
Desde el asesinato de Jovenel Moise en julio de 2021, Haití ha estado sumido en una espiral de inestabilidad. Ariel Henry, quien asumió como primer ministro en un ambiente de tensión y críticas, presentó su dimisión en marzo de este año, dejando tras de sí un país en llamas.
Según un informe de la ONU, solo en el tercer trimestre de 2024, más de 1.200 personas murieron y otras 522 resultaron heridas debido a la violencia descontrolada de las bandas criminales, elevando el número total de víctimas a 4.900 en lo que va del año.
¿Será Fils-Aimé el líder que necesita Haití?
La gran pregunta que queda flotando es si Alix Didier Fils-Aimé será capaz de cumplir con sus promesas en un país donde la esperanza es un lujo y la desesperación es la norma. Las palabras son fáciles de pronunciar, pero en Haití, un país roto por la corrupción, la violencia y el desgobierno, los hechos son lo que realmente importan.
¿Podrá este nuevo primer ministro lograr un cambio real, o será simplemente otro capítulo más en la larga historia de promesas incumplidas y sueños rotos para el pueblo haitiano?
El futuro de Haití, marcado por la ausencia de un liderazgo efectivo y la violencia que ha cobrado miles de vidas, sigue siendo una incógnita mientras el mundo observa con escepticismo. Con datos de Europa Press