La apuesta de Daniel Ortega por una ruta alternativa global: desafío geopolítico de oriente y occidente
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció la nueva ruta para el ambicioso proyecto del canal interoceánico. Esta megaobra busca competir con el canal de Panamá, ofreciendo una solución estratégica para el transporte marítimo global.
Ortega extendió una invitación a la comunidad internacional a sumarse a este desafío geopolítico.
Nicaragua se alza como clave en el comercio mundial
En la XVII Cumbre Empresarial China-América Latina y el Caribe (China-LAC), Ortega declaró: “Nicaragua está lista para contribuir con una vía esencial al comercio mundial.”
Señaló que la ruta iniciará en Bluefields, en la costa Caribe sur, atravesará el país y culminará en el puerto Corinto, en el Pacífico.
El mandatario también destacó el deterioro operacional del canal de Panamá, subrayando la necesidad de una alternativa más eficiente.
El canal como respuesta a presiones de Estados Unidos
Ortega afirmó que la persistente hostilidad de Estados Unidos hacia Nicaragua tiene sus raíces en el potencial geoestratégico del canal interoceánico.
“Es por esto que nos atacan, porque saben lo que este proyecto significa para el comercio global,” sentenció.
Cumbre China-LAC: un puente hacia la colaboración global
El foro China-LAC congregó a 250 representantes de empresas chinas y más de 70 delegados de América Latina y el Caribe. Ortega destacó que este espacio impulsa la lucha contra el hambre, la pobreza y el analfabetismo, al tiempo que fortalece las economías regionales.
Se abordaron temas como tendencias del comercio internacional, la colaboración médica y las inversiones extranjeras directas, resaltando el crecimiento de China como segundo mayor socio comercial de América Latina desde 2012.
Lo que pasó con el primer intento de canal interoceánico en Nicaragua
El primer proyecto de construcción de un canal interoceánico en Nicaragua, liderado por la empresa china HKND Group, fue anunciado en 2013 como una megaobra destinada a conectar el océano Atlántico con el océano Pacífico a través de Nicaragua. El plan generó gran expectativa, ya que, de haberse completado, hubiera competido directamente con el canal de Panamá.
Sin embargo, el proyecto fue desaprobado por diversas razones, y finalmente se suspendió de manera indefinida en 2018. A continuación, algunos de los factores que contribuyeron a su fracaso:
- Problemas financieros y falta de inversiones: HKND, la empresa encargada del proyecto, nunca logró asegurar los fondos necesarios para su construcción, lo que provocó la falta de avances reales en las obras. Aunque la empresa prometió financiamiento internacional, no se concretaron los acuerdos.
- Protestas sociales y oposición interna: Hubo una fuerte oposición tanto de sectores políticos como de la sociedad civil nicaragüense. Se temía que el canal afectara gravemente al medio ambiente, desplazara comunidades locales y alterara los ecosistemas de la región, especialmente en el Lago Cocibolca (el lago más grande de Centroamérica), que estaba en la ruta proyectada.
- Críticas internacionales: A lo largo de los años, el proyecto fue muy criticado por organizaciones ambientalistas y por gobiernos internacionales, que veían la iniciativa como una amenaza tanto ecológica como económica para la región.
- Falta de avances tangibles: A pesar de las promesas iniciales de que las obras comenzarían en 2015, nunca hubo una construcción significativa. En 2016, la empresa HKND anunció oficialmente la suspensión del proyecto sin haber comenzado realmente las obras, lo que dejó la iniciativa en un estado de incertidumbre.
Aunque el proyecto fue detenido, en 2023, el presidente Daniel Ortega reactivó la idea de un canal interoceánico, proponiendo una nueva ruta alternativa que atraviesa el país. Sin embargo, este nuevo canal también enfrenta una serie de desafíos, especialmente con la continua oposición tanto interna como internacional.
¿Canal nicaragüense: solución o provocación?
La construcción del canal promete una revolución comercial, pero también profundiza tensiones geopolíticas.
Mientras Ortega celebra la apertura de nuevos mercados, el mundo observa con cautela un proyecto que podría redefinir rutas y alianzas internacionales. Este artículo contó con aporte de Prensa Latina.