Enfrentan justicia por cacería de especies en peligro
Dos dominicanos, Simón De la Cruz Paredes y Saúl Enrique José De la Cruz, fueron condenados por las autoridades de Estados Unidos en Puerto Rico a 24 meses de prisión y dos años de libertad supervisada, tras ser declarados culpables de contrabando de anguilas americanas juveniles.
Ambos capturaron las anguilas de cristal (Anguilla rostrata), especie en peligro, en ríos de Levittown, Toa Baja, al norte de Puerto Rico. Las anguilas, valuadas en más de un millón de dólares, serían vendidas en República Dominicana y luego enviadas al mercado asiático.
El 21 de febrero, los hombres partieron con 30 kilogramos de anguilas, una pistola y 850 cartuchos de munición. Su objetivo era lucrar con la vida silvestre mientras contribuían al comercio ilícito internacional.
La Guardia Costera de Estados Unidos interceptó la embarcación a 40 millas náuticas de Puerto Rico, frustrando la operación. Ambos admitieron sus delitos: contrabando de anguilas y tráfico ilegal de vida silvestre. Saúl Enrique, además, ignoró órdenes directas de detener la embarcación.
Crímenes ambientales: amenaza letal para especies en peligro crítico
El fiscal federal W. Stephen Muldrow destacó que el tráfico de vida silvestre es un crimen que pone en riesgo la supervivencia de especies vulnerables como la anguila americana.
Estas acciones no solo afectan la biodiversidad, sino que también representan una amenaza para los recursos naturales esenciales del Caribe y más allá. La Oficina del Fiscal de EE.UU. reitera su compromiso de protegerlos, priorizando la persecución de estos crímenes. Con datos de Prensa Latina.