EEUU media alto el fuego con impacto internacional
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó que los gobiernos de Israel y Líbano aceptaron la propuesta estadounidense de un alto el fuego de 60 días. Este acuerdo busca frenar la devastación provocada por el conflicto entre el Ejército de Israel y la milicia chií libanesa Hezbolá.
Biden destacó que este plan pretende ser “un cese permanente de las hostilidades”, con el despliegue del Ejército libanés para retomar el control del territorio nacional.
Además, subrayó que “no habrá tropas estadounidenses en el sur de Líbano”, reafirmando su compromiso de no involucrar fuerzas de combate en este conflicto.
El presidente agradeció la colaboración de su homólogo francés, Emmanuel Macron, para lograr este acuerdo, que llega tras años de intensas hostilidades que dejaron más de 3,800 muertos y 15,800 heridos solo en territorio libanés.
Trump y su equipo reivindican protagonismo político global
Desde el lado republicano, el asesor de seguridad nacional designado por Donald Trump, Mike Waltz, vinculó este avance diplomático al regreso del magnate a la Casa Blanca.
Según Waltz, la victoria de Trump envió un mensaje claro de que el caos en Oriente Próximo no será tolerado.
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Waltz también subrayó que Irán, como principal patrocinador de Hezbolá, Hamás, y otros grupos islamistas, sigue siendo el epicentro del problema.
En su declaración, aseguró que “no se permitirá el apoyo al terrorismo”, posicionando a la futura administración Trump como un actor clave en la región.
Israel busca redirigir su foco hacia la amenaza Iraní
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había aceptado previamente la tregua para permitir que su Ejército se concentre en contrarrestar la influencia de Irán en la región.
Israel acusa a Teherán de respaldar no solo a Hezbolá, sino también a Hamás y otros grupos que representan amenazas constantes para la seguridad del Estado judío.
Los recientes ataques, que incluyeron bombardeos masivos y una invasión terrestre en el sur de Líbano, han afectado significativamente a Hezbolá, que ha perdido a su histórico líder, Hasán Nasralá.
Este hecho marca un punto de inflexión en la lucha regional y abre el camino para que el acuerdo de alto el fuego sea un paso hacia una solución más amplia.
¿Un alto el fuego o una tregua estratégica?
Aunque el acuerdo trae esperanza a una región devastada, expertos cuestionan si este cese temporal representa una verdadera oportunidad para la paz o una pausa táctica en medio de las tensiones geopolíticas. Con Estados Unidos mediando en un complejo juego de intereses, el futuro de Oriente Próximo sigue en juego. Con datos de Europa Press.