Robots submarinos buscarán vida en lunas de Júpiter y Saturno
La NASA ha comenzado a probar prototipos futuristas para una misión espacial que desafía los límites de la exploración en el sistema solar. Ingenieros del Jet Propulsion Laboratory (JPL) están desarrollando un enjambre de robots submarinos capaces de sumergirse en los océanos subterráneos de lunas como Europa de Júpiter, en busca de señales de vida.
Este ambicioso concepto se conoce como SWIM, por sus siglas en inglés, y se perfila como un hito en la exploración espacial autónoma.
El objetivo es que, para cuando la nave Europa Clipper de la NASA llegue a Europa en 2030, los robots sean capaces de sumergirse en su océano subterráneo, buscando indicios de vida a través de químicos y temperaturas. Este enjambre de micro-robots nadadores podría ser la clave para entender si los océanos de otros mundos pueden albergar vida. Según Ethan Schaler, investigador principal de SWIM en el JPL, “la vida necesita agua, por eso necesitamos robots que puedan explorar estos entornos distantes de forma autónoma”.
Robots minúsculos, pero poderosos, navegarán océanos extraterrestres buscando vida
El proyecto SWIM está desarrollando robots del tamaño de un teléfono móvil, autónomos y equipados con sensores que les permitirán detectar cambios en la temperatura, presión, y composición química del agua en la que se sumerjan.
Una de las versiones probadas recientemente, un prototipo impreso en 3D, se desplazó por una piscina con éxito, demostrando habilidades de maniobrabilidad y exploración autónoma, simulando las condiciones que encontraría en un mundo helado.
Además de las pruebas físicas, los ingenieros realizaron simulaciones virtuales en un entorno que replicaba las condiciones de Europa, para probar cómo los robots recolectarían datos. Estas simulaciones ayudaron a mejorar el rendimiento científico de los robots, determinando la cantidad de agua que podrían explorar y cómo maximizar el uso de su batería y sensores.
Sensores avanzados permitirán analizar condiciones extremas en lunas oceánicas
Un avance crucial en la misión ha sido el desarrollo de sensores de composición oceánica, fabricados por Georgia Tech, que permitirán medir simultáneamente temperatura, acidez, conductividad y química del agua. Este chip ultra compacto es el primero en combinar todos estos sensores, llevando la misión a un nivel superior en términos de precisión científica.
En conclusión, SWIM representa un salto gigantesco en la exploración espacial, llevando la búsqueda de vida en mundos oceánicos un paso más cerca. A pesar de los años que aún quedan para su posible implementación, los avances en robótica submarina y la exploración autónoma siguen apuntando a un futuro donde los robots exploradores no solo viajan, sino que también “nadando” a través de los océanos de Europa y otros mundos lejanos.