Catorce meses de ataques que desafían el derecho internacional
Los últimos catorce meses han sido testigos de una escalada sin precedentes de violencia israelí, dejando una estela de muerte y destrucción en Gaza, Líbano y Siria. Tel Aviv, respaldado por Estados Unidos, continúa perpetrando ataques que violan el derecho internacional humanitario y la Carta de las Naciones Unidas.
En el Líbano, los bombardeos mataron a 3,823 personas y dejaron 15,859 heridos desde octubre de 2023. A pesar de la brutalidad de la maquinaria de guerra israelí, la Resistencia Libanesa (Hizbullah) ha resistido con firmeza, causando bajas significativas al enemigo: más de 110 soldados israelíes abatidos, 48 tanques Merkava destruidos y múltiples drones derribados.
Gaza: destrucción sin precedentes y miles de niños y mujeres muertos
La Franja de Gaza es el epicentro del genocidio israelí, dode 45,000 personas han muerto, incluidos 17,289 niños. En este contexto, la hambruna se ha convertido en un arma deliberada, dejando a 37 palestinos muertos por inanición y a 3,500 niños al borde de la muerte por desnutrición.
Entre los muertos también figuran 11,815 mujeres y 1,047 miembros del personal médico, mientras que más de 12,500 pacientes con cáncer enfrentan la muerte por falta de tratamiento.
Las infecciones hepáticas epidémicas afectan a 71,338 personas, y un millón 738 mil desplazados sufren enfermedades graves, agravadas por la prohibición de entrada de medicamentos por parte de Israel.
El ataque israelí no distingue sectores: 128 escuelas y universidades, 814 mezquitas y 3 iglesias han sido destruidas completamente. Además, 150,000 viviendas han sido reducidas a escombros, dejando a miles de familias sin refugio.
Israel ha empleado tácticas de desplazamiento masivo, destruyendo 100,000 tiendas de campaña y agravando aún más la crisis humanitaria en Gaza.
Siria: ataques aéreos y complicidad estadounidense
En Siria, los ataques israelíes han sido igualmente devastadores, superando los 150 bombardeos en 14 meses. Al menos 200 personas han muerto, incluidos trabajadores humanitarios y paramédicos, mientras los bombardeos destruyen infraestructura vital como cruces fronterizos y puentes.
El ataque más mortífero ocurrió el 17 de noviembre, cuando 90 personas murieron en Palmira. Estos ataques a menudo coinciden con ofensivas terroristas en tierra, lo que confirma las denuncias de Damasco sobre la coordinación entre Israel y grupos radicales operando en la región.
Impunidad internacional
Estados Unidos proporciona un paraguas de impunidad total a Israel, permitiendo que sus crímenes queden sin consecuencias. Esta complicidad garantiza que la maquinaria de guerra israelí siga devastando vidas humanas inocentes, destruyendo comunidades enteras y perpetuando una crisis humanitaria sin solución a la vista.
La comunidad internacional enfrenta el desafío de actuar ante un genocidio descarado, mientras los pueblos de Gaza, Líbano y Siria resisten con valentía frente a un enemigo que niega su derecho a existir. Con datos de Prensa Latina.