Lanza desafío sangriento contra potencias extranjeras en Haití
El controvertido líder de la coalición de pandillas Vivamos Juntos, Jimmy Chérizier, conocido como "Barbecue", se autoproclamó como un líder antiimperialista al responsabilizar a Estados Unidos, Francia y Canadá del caos político y social que desangra a Haití.
«Debemos liberarnos de las manos extranjeras y decidir por nosotros mismos lo que es bueno para nuestro país», declaró Chérizier en un discurso incendiario, difundido por medios locales.
Aseguró que estas naciones son las responsables directas del sufrimiento haitiano, criticando la presión internacional que ejercen para desmantelar las estructuras de su coalición.
Denuncia de persecución y advertencia de una guerra prolongada
Barbecue denunció que tropas extranjeras intentan asesinarlo, aunque no especificó quiénes están detrás de esas acciones.
Según el líder pandillero, las fuerzas internacionales, supervisadas por Estados Unidos, Kenya y la Policía Nacional de Haití, buscan erradicar a las pandillas mediante la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad.
Sin embargo, Barbecue lanzó una advertencia escalofriante: «Estamos preparados para una larga lucha, y ellos derramarán su sangre antes de que nos cansen. Nadie puede asustarnos ni expulsarnos de nuestro país», proclamó.
Batalla sangrienta para liberar a Haití del "yugo extranjero"
Chérizier se presentó como un heredero del legado revolucionario de Jean-Jacques Dessalines, el padre fundador de Haití. «No estamos haciendo una revolución pacífica, estamos haciendo una revolución sangrienta», afirmó con contundencia.
Barbecue señaló que su lucha no solo es contra las potencias extranjeras, sino también contra los políticos tradicionales y oligarcas corruptos, a quienes acusa de entregar Haití al control externo.
El futuro de Haití: ¿revolución o mayor derramamiento de sangre?
Con este discurso, Barbecue redobló su desafío a la comunidad internacional, exacerbando la tensión en un país que ya enfrenta una profunda crisis humanitaria. Sus palabras prometen intensificar el conflicto, mientras la misión internacional se prepara para enfrentar una resistencia marcada por el caos, el dolor y la violencia sin tregua.
Haití, una nación históricamente resistente, parece atrapada entre un liderazgo pandillero que clama por justicia y una intervención extranjera que busca restaurar la estabilidad hasta ahora sin éxito. El desenlace de esta lucha será determinante para el destino de millones de haitianos. Con datos de Prensa Latina.