Nueva estrategia busca paz con enfoque militar y diplomático combinado
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado un movimiento estratégico al nombrar al general retirado Keith Kellogg como enviado presidencial para Rusia y Ucrania, un cargo de nueva creación diseñado para abordar la prolongada guerra en Ucrania, que en enero alcanzará su tercer año.
Trump aseguró que Kellogg, su antiguo jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional, cuenta con la experiencia militar y política necesaria para liderar los esfuerzos hacia una resolución, destacando su trayectoria bajo la primera administración Trump entre 2017 y 2021.
General Kellogg: experiencia militar al servicio de la diplomacia
El general Keith Kellogg, veterano del Ejército estadounidense, desempeñó múltiples roles durante la primera administración de Trump, incluyendo asesor del entonces vicepresidente Mike Pence y jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional. Trump destacó la "distinguida carrera militar y empresarial" de Kellogg, asegurando que es la persona adecuada para avanzar en su promesa de resolver la crisis con un enfoque de "paz a través de la fuerza".
Trump reafirma su promesa de acabar con la guerra
Trump ha reiterado en numerosas ocasiones su convicción de que puede terminar la guerra en Ucrania con “una sola llamada”. El conflicto, iniciado en febrero de 2022 tras la invasión ordenada por Vladimir Putin, ha sumido a Europa del Este en una de las crisis más devastadoras de las últimas décadas.
"Estuvo conmigo desde el principio. Juntos, aseguraremos la paz y haremos a Estados Unidos y al mundo seguros de nuevo", declaró Trump, reforzando su narrativa de que su liderazgo es imprescindible para la estabilidad global.
Nueva administración trump promete enfoque agresivo y resolutivo
Con la toma de posesión programada para el 20 de enero, el nombramiento de Kellogg simboliza un cambio radical en la estrategia estadounidense hacia la crisis en Europa del Este.
Este movimiento sugiere que Trump apostará por una combinación de presión militar y diplomacia directa para lograr resultados rápidos, consolidando su enfoque característicamente audaz y polarizante en política internacional.
Este nuevo cargo marca un precedente, subrayando la urgencia y el compromiso de la próxima administración para abordar una crisis que ha redefinido el panorama geopolítico mundial.