En dichas áreas se ubican 1,466 ( 21 %) de los centros educativos beneficiarios
El Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) reporto que el 21 % de los centros educativos que reciben este servicio se encuentran en zonas de difícil acceso, impactando a miles de estudiantes en estas localidades.
Actualmente, 7,031 escuelas se benefician del Programa de Alimentación Escolar (PAE). De estas, 1,466 están en áreas remotas, principalmente en Barahona, Azua, San Pedro de Macorís, San Francisco de Macorís, Valverde, Higüey y Santiago.
El director ejecutivo de Inabie, Víctor Castro, destacó que, ante las dificultades geográficas, se implementa una logística de entrega personalizada. Esto incluye la modalidad PAE Rural, donde:
- 894 escuelas reciben alimentos crudos semanalmente.
- 18 centros extremadamente aislados obtienen transferencias bancarias para gestionar su alimentación.
"El compromiso del Inabie asegura que cada estudiante, sin importar las dificultades, tenga acceso al derecho humano a la alimentación", afirmó Castro.
Alimentación escolar: desde la isla Saona hasta las montañas
En lugares como la isla Saona, la travesía para llevar alimentos incluye viajes en lancha desde Bayahíbe, garantizando el servicio a estudiantes como los del Centro Educativo Mano Juan.
“Recibimos leche cada 15 días y alimentos crudos semanalmente. Todo llega por mar y, aquí en la escuela, preparamos los alimentos para los niños”, explicó Miguelina Pereira, directora del centro.
En comunidades como Mahoma Abajo, Rancho Arriba, San José de Ocoa, la situación es igual de desafiante. Estudiantes y docentes cruzan ríos para llegar a la escuela, donde 27 estudiantes reciben alimentos cocinados en el propio centro.
“Este esfuerzo asegura que los padres envíen a sus hijos a estudiar, motivados por la alimentación que aquí se garantiza”, comentó Mayra Chalas, directora de la Escuela Manuel Confesor Casado Altagracia.
Educación y nutrición: un esfuerzo por la equidad social
El Inabie reafirma su misión de garantizar la equidad educativa, llegando a cada rincón del país donde haya estudiantes que necesiten una alimentación digna para su desarrollo integral.
Sin importar los obstáculos, el Instituto asegura que ni la distancia ni las barreras geográficas sean un impedimento para construir un futuro sólido para los niños y niñas de la República Dominicana.