Lluvias dispersas y tronadas marcarán el cierre de la temporada ciclónica 2024 para RD
El Indomet informó que este viernes estará dominado por nublados, aguaceros dispersos y tronadas aisladas en diversos puntos de República Dominicana, producto de una vaguada activa. Este pronóstico coincide con el cierre oficial de la temporada ciclónica del Atlántico y el Caribe 2024.
Durante la mañana, las precipitaciones se concentrarán principalmente en el litoral costero caribeño y zonas fronterizas como Barahona, Pedernales, Bahoruco, Azua, y San Cristóbal, además del Gran Santo Domingo y La Romana.
En la tarde, las lluvias se intensificarán hacia regiones del noroeste, norte y centro del país, afectando localidades como Elías Piña, San Juan, Dajabón y Santiago Rodríguez.
El Indomet destacó que las temperaturas oscilarán entre calurosas durante el día y de agradables a frescas en las madrugadas, especialmente en sistemas montañosos y valles interiores.
Sin embargo, las precipitaciones y el viento traerán alivio temporal al calor en algunas zonas urbanas.
Debido al pronóstico de lluvias, las provincias de Barahona e Independencia permanecen bajo alerta meteorológica por riesgo de crecidas de ríos, inundaciones repentinas y posibles deslizamientos de tierra.
Para mañana, el panorama continuará inestable. Una masa de aire con menor humedad será reemplazada por otra vaguada que se aproxima desde el este de Puerto Rico. Además, un sistema frontal ubicado sobre las Bahamas se desplazará hacia el noroeste del país, generando más lluvias y tronadas, especialmente en la tarde.
Las precipitaciones afectarán localidades del litoral costero caribeño, región este, sureste y la cordillera Central, incluyendo provincias como La Romana, Monte Plata, San Pedro de Macorís, Monseñor Nouel, El Seibo, Peravia, y nuevamente Pedernales y Barahona.
El Indomet insta a la población a mantenerse informada y tomar precauciones ante las condiciones meteorológicas cambiantes, mientras el país se despide de una temporada ciclónica marcada por récords y fenómenos extremos.
Furia climática: temporada ciclónica 2024 marca récords históricos
Mientras Prensa Latina reporta que la temporada ciclónica 2024 en el Atlántico y el Caribe cerró con cifras impresionantes: 18 tormentas tropicales nombradas, de las cuales 11 evolucionaron a huracanes, incluyendo cinco de gran intensidad (categoría 3 o superior).
Este ciclo, que se extendió del 1 de junio al 30 de noviembre, dejó una huella en los registros meteorológicos al convertirse en una de las temporadas más activas y devastadoras de la última década, según datos oficiales de la NOAA.
La formación de la tormenta Alberto, 19 días después del inicio oficial, marcó un arranque inusualmente tardío, algo no visto desde 2014. Sin embargo, la calma inicial se rompió abruptamente con Beryl, el primer huracán de categoría 5 de la temporada y el primero en junio en la historia del Atlántico.
A medida que avanzó el calendario, nombres como Chris, Debby, Ernesto, y Francine tomaron protagonismo, mientras el Caribe y el Atlántico enfrentaron un desfile de tormentas y huracanes que dejaron estragos en su paso. En agosto, Helene y Isaac impactaron con categorías 4 y 2, respectivamente, consolidando un patrón de actividad intensa.
El 6 de octubre se vivió un hecho sin precedentes: tres huracanes activos simultáneamente en el Atlántico —Milton, Kirk y Leslie—, un fenómeno que no ocurría en décadas. Milton, con categoría 5, se convirtió en el segundo huracán de máxima intensidad del año.
Noviembre, tradicionalmente un mes de menor actividad, desafió las estadísticas al generar tres tormentas consecutivas: Patty, Rafael y Sara. Rafael, de categoría 3, atravesó Cuba dejando una estela de destrucción apenas semanas después de los embates de Oscar, que había golpeado con categoría 1.
La cuenca del Atlántico registró 11 huracanes, de los cuales cinco alcanzaron la clasificación de "huracanes mayores". Las tormentas tropicales de este año alcanzaron velocidades mínimas de 62,8 km/h, mientras que los huracanes más intensos superaron los 178 km/h.
La combinación de eventos extremos, inicios tardíos y la prolongada actividad de noviembre hacen de la temporada ciclónica 2024 un recordatorio contundente de los desafíos climáticos globales y la necesidad urgente de prepararse para un futuro cada vez más impredecible.
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