Existe la creencia de que algunas fuerzas globales buscan, de alguna manera, generar una reducción drástica de la población mundial.
Por Milton Olivo.
La geopolítica mundial está marcada en el presente por tensiones crecientes, y en un contexto global donde las potencias nucleares se enfrentan, es legítimo preguntarse; ¿Cuál debería ser la postura de la República Dominicana (RD) frente a un posible conflicto nuclear?
Desde el estallido de la guerra en Ucrania hasta la constante amenaza en la península de Corea, el conflicto Árabe-Israelí, China-Taiwán, los escenarios de enfrentamientos con potencial nuclear están a la vista. En este contexto, surge una pregunta crítica: ¿cómo debe prepararse la RD para un futuro incierto, en el que el turismo, las exportaciones y la estabilidad interna podrían verse gravemente afectadas?
El Contexto Global y el Escenario Nuclear
El actual conflicto entre Rusia y Ucrania, la tensión entre Corea del Norte y el Sur, así como las tensiones en el Mar de China Meridional, donde China se enfrenta a Taiwán y a la influencia de Estados Unidos, configuran un panorama internacional cargado de incertidumbre.
Existe la creencia de que algunas fuerzas globales buscan, de alguna manera, generar una reducción drástica de la población mundial, argumentando que el planeta está sobrepoblado. Esta postura ha sido rechazada por algunos líderes como Vladimir Putin, quien considera que, aunque algunas ciudades están superpobladas, la idea de que el mundo en general padece de superpoblación es errónea. No obstante, la amenaza de un conflicto nuclear, que podría ser la vía más rápida para lograr cambios drásticos en la población global, es un riesgo tangible que no puede ser ignorado.
El Impacto en la República Dominicana
En un escenario apocalíptico de guerra nuclear, es evidente que la República Dominicana no quedaría exenta de los efectos indirectos de estos conflictos. Si Europa y los países de la OTAN fueran destruidos por misiles nucleares rusos, y Rusia a su vez recibiera un ataque similar por parte de los miembros de la OTAN, la economía global colapsaría.
En este contexto, la RD, cuya economía depende en gran medida del turismo y las exportaciones, vería un impacto inmediato en estos sectores. El turismo, vital para la economía nacional, sufriría una caída abrupta debido a los efectos colaterales de la guerra y la inseguridad global. De igual manera, las exportaciones dominicanas serían afectadas por la interrupción de las cadenas de suministro internacionales.
Nuestra gran preocupación del momento es preguntarnos; ¿Qué debe hacer la República Dominicana para prepararse ante una eventual tercera guerra mundial para que no nos agarre asando batatas?
Diversificación Económica: Creo que la RD debe reducir su dependencia de sectores vulnerables como el turismo y las exportaciones de productos específicos. Invertir en sectores estratégicos como la producción local de alimentos, energía renovable, y la manufactura de bienes básicos garantiza una mayor autonomía económica frente a las crisis globales.
Fortalecimiento de la Resiliencia: La Resiliencia Social es la capacidad de un grupo social o país para enfrentar adversidades.La preparación de la población dominicana ante un eventual conflicto de guerra mundial es clave. Promover la educación sobre gestión de crisis, resiliencia social y cooperación comunitaria podría ser vital en estos tiempos de incertidumbre. Además, es fundamental fortalecer el sistema de salud y las infraestructuras críticas, para poder responder a cualquier emergencia derivada de catástrofes globales.
Inversión en Seguridad Nacional: Aunque la RD no es un actor militar de primer orden, fortalecer las capacidades defensivas y de inteligencia, así como establecer alianzas estratégicas con otros países de la región, podría ser útil para proteger los intereses nacionales.
Autonomía Alimentaria y Energética: Fomentar la autosuficiencia alimentaria y la inversión en energías renovables para reducir drásticamente la dependencia del petróleo, puede permitir a la RD reducir su vulnerabilidad ante un colapso de las cadenas de suministro globales, en especial de petróleo. Esto también contribuiría a reducir la dependencia de recursos externos en tiempos de guerra.
Diplomacia Activa y Pacifismo: En lugar de adoptar una postura beligerante, la RD debe seguir apostando por la diplomacia y la cooperación internacional. Como nación no involucrada directamente en los grandes conflictos, podría desempeñar un papel de mediador o puente de paz, buscando siempre la estabilidad regional.
Y para concluir
Opino que la clave para la República Dominicana es, ante la situación política global, aplicar aquella vieja frase de; ¡Piensas mal y acertarás!. O como decía el camarada Mao; ¡La práctica es el criterio de la verdad! O como afirmaban los abuelos; para muestra basta un botón. Y la verdad es que cada día el riesgo de guerra nuclear se incrementa. Por tanto, la República Dominicana debe prepararse para cualquier eventualidad. A través de la diversificación económica, el fortalecimiento de su infraestructura crítica, y el fomento de una cultura de resiliencia social, la RD podrá enfrentar con mayor fortaleza los retos de un futuro incierto. Donde nuestra clave debe estar enfocada, no solo en sobrevivir, sino también como prosperar en tiempos de adversidad.
El autor es escritor y activista por una Quisqueya potencia.