Rusia bombardea el suroeste de Siria como parte de la ofensiva en la región ordenada por Al Assad 17/8/2016
La guerra civil siria alcanza un nuevo punto de inflexión con el anuncio del Mando Militar de Operaciones, una alianza de yihadistas y rebeldes sirios respaldados por Turquía, que asegura haber tomado el control total de la estratégica ciudad de Homs, a 160 kilómetros al norte de Damasco. Este suceso, descrito como una “liberación” por el portavoz del movimiento, coronel Hasan Abdel Ghani, fue difundido a través de Telegram.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa sirio ha desmentido la pérdida de la ciudad, insistiendo en que las tropas gubernamentales aún mantienen sus posiciones. Sin embargo, informes de la agencia DPA apuntan a un retiro militar en curso, con soldados caminando hacia la capital en lo que parece ser una reestructuración táctica.
Un repliegue estratégico en medio de manifestaciones
Residentes de localidades cercanas, como Muadamiyat al Sham, Jaramana y Sahnaya, informaron haber visto a las fuerzas gubernamentales replegándose hacia Damasco. En estas mismas zonas, se han registrado manifestaciones de apoyo a las fuerzas opositoras, un signo del cambiante clima político en la región.
El repliegue de las tropas parece obedecer a órdenes directas del presidente Bashar Al Assad. Fuentes de la agencia Bloomberg sugieren que esta retirada busca concentrar los esfuerzos del régimen en la defensa de Damasco, mientras cede terreno a los insurgentes en otras partes del país.
El dilema de Al Assad: sobrevivir a toda costa
La maniobra de Al Assad no es solo militar. Según Bloomberg, el mandatario sirio ha ofrecido a Estados Unidos cortar lazos con las milicias proiraníes a cambio de apoyo occidental para contener la ofensiva rebelde. Además, ha intentado movilizar a aliados internacionales como el presidente húngaro Viktor Orbán, quien habría transmitido el temor del régimen sirio sobre una posible persecución de la minoría cristiana si los rebeldes islamistas logran prevalecer.
Sin embargo, estas gestiones parecen haber caído en saco roto. El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dejó clara su postura en un discurso en París, donde afirmó que Siria “no es nuestra lucha”. Su enfoque pragmático apunta a un desentendimiento total de la crisis siria.
Reacciones internacionales y el futuro de Siria
El anuncio del Mando Militar de Operaciones y el repliegue del Ejército sirio resaltan la creciente fragmentación del país. Para muchos analistas, el control de Homs por parte de la oposición representa un golpe devastador para el régimen, no solo por su valor estratégico, sino por el impacto psicológico de perder una de las principales ciudades del país.
Entretanto, la comunidad internacional observa con escepticismo y preocupación. Mientras Turquía refuerza su apoyo a los rebeldes, Estados Unidos y Europa parecen mantenerse al margen, dejando a Siria en una situación cada vez más caótica y vulnerable a la intervención de actores externos.
En las próximas semanas, el enfoque estará en Damasco. Si Al Assad no logra asegurar la capital, su posición podría tornarse insostenible, marcando un posible desenlace de una guerra que ha devastado el país durante más de una década.
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