Rusia confirma la salida de Assad tras caída de Damasco
DAMASCO.- El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha abandonado el país tras la caída de Damasco en manos de fuerzas rebeldes, marcando el fin de un régimen que se extendió por casi 24 años. Según el Ministerio de Exteriores de Rusia, Assad ha ordenado una transferencia “pacífica” del poder, producto de negociaciones entre las partes en conflicto.
En un comunicado oficial, Moscú detalló que “como resultado de las negociaciones entre Bashar al Assad y varios participantes del conflicto armado en Siria, el presidente ha decidido dejar el cargo y abandonar el país, dando instrucciones para llevar a cabo la transición de poder pacíficamente”.
Pese a ser uno de los principales aliados del mandatario sirio, el Kremlin ha asegurado no haber participado directamente en las conversaciones que derivaron en esta decisión. Sin embargo, Rusia mantiene contacto con “todos los grupos de la oposición siria” y reafirma su compromiso con un proceso político inclusivo basado en la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Rusia protege sus intereses en Siria
Con la salida de Assad y el colapso de su régimen, Rusia ha activado la “alerta máxima” en sus bases militares en Siria: la base aérea de Hmeimim y la base naval de Tartus. Moscú aseguró que, aunque “no existe ninguna amenaza grave por el momento”, se mantienen medidas preventivas para garantizar la seguridad de su personal e infraestructura estratégica.
Estas bases han sido fundamentales para la intervención militar rusa en Siria desde 2015, que permitió estabilizar los frentes y evitar la derrota de las fuerzas gubernamentales frente a los rebeldes.
Damasco cae tras ofensiva rebelde
La capital siria, Damasco, fue capturada tras una ofensiva relámpago liderada por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y facciones aliadas. Este ataque, que se prolongó durante una semana, desató el colapso del régimen de Assad y su eventual decisión de abandonar el país.
La caída de Damasco marca un punto de inflexión en la guerra civil siria, un conflicto que ha dejado cientos de miles de muertos y millones de desplazados desde su inicio en 2011.
Implicaciones internacionales
El desenlace en Siria pone a prueba las estrategias internacionales, especialmente las de Rusia, que ha sido el principal respaldo militar y político de Assad. La transición pacífica será clave para evitar un vacío de poder que pueda intensificar las hostilidades o permitir que grupos extremistas consoliden su control.
Moscú asegura estar trabajando con todas las facciones sirias para promover una solución política que estabilice la región. Sin embargo, la comunidad internacional observa con cautela los próximos pasos de un conflicto que redefine las dinámicas de poder en el Medio Oriente.
Rusia sigue firme en su postura de buscar estabilidad mediante el diálogo, pero el futuro inmediato de Siria y su transición política dependerá de la voluntad de las partes involucradas y de un delicado equilibrio de intereses internacionales.