El secretario general de la OTAN señala que los aliados deben estar listos para un conflicto inminente en territorio de la OTAN.
BRUSELAS, 12 Dic. (EUROPA PRESS TELEVISIÓN).- El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha intensificado sus declaraciones este jueves contra China y su apoyo a la invasión rusa en Ucrania, señalando que Pekín está desafiando a Occidente al intentar redibujar el orden mundial y asegurarse el control sobre nuevas esferas de influencia. En un discurso pronunciado en un foro organizado por el ‘think tank’ Carnegie Europe, Rutte alertó que los aliados deben adoptar una “mentalidad de guerra” para prevenir el próximo gran conflicto, que podría estallar en territorio de la OTAN.
En su intervención, Rutte destacó que, aunque en la actualidad no hay una guerra abierta, la situación actual está lejos de la paz. “No estamos en guerra, tampoco en paz”, sentenció, al reflexionar sobre los constantes ataques híbridos sufridos por los países de la OTAN, incluyendo ciberataques, atentados contra infraestructuras críticas y la manipulación de flujos migratorios. Estos no son “incidentes aislados”, aseguró, sino el resultado de una campaña coordinada para desestabilizar las sociedades occidentales y frenar el apoyo a Ucrania.
China y Rusia, aliados en el desafío global
Rutte señaló que la creciente colaboración entre Rusia y China es un desafío para la seguridad global. Mientras que Rusia ha intensificado su agresión militar en Ucrania, China está aumentando su poderío militar, incluidas sus capacidades nucleares, sin la debida transparencia ni limitaciones. “Debemos ser claros sobre las ambiciones de China, que está expandiendo significativamente su arsenal de armas nucleares”, advirtió el líder de la OTAN, al tiempo que criticaba las tácticas de intimidación hacia Taiwán y los intentos de Pekín de infiltrar las infraestructuras críticas europeas.
Este fortalecimiento de los lazos entre Rusia, China, Irán y Corea del Norte, según Rutte, tiene un único objetivo: debilitar a Occidente y alterar el orden internacional que surgió tras la Segunda Guerra Mundial. “Quieren minar nuestra libertad y remodelar el orden mundial, no para crear un sistema más justo, sino para consolidar sus propias esferas de influencia”, afirmó.
La respuesta de la OTAN: Invertir en defensa y prepararse para la guerra
Ante este panorama, Rutte insistió en la necesidad urgente de que los países de la OTAN inviertan más en defensa y cambien su enfoque de seguridad. En lugar de mantener una postura defensiva, los aliados deben adoptar una “mentalidad de guerra”, impulsando la producción de defensa y aumentando el gasto militar.
“No estamos preparados para lo que nos espera dentro de cuatro o cinco años”, alertó Rutte, subrayando que el peligro avanza rápidamente. El líder de la OTAN afirmó que la guerra en Ucrania podría replicarse en otra parte de Europa, por lo que, independientemente del desenlace del conflicto, la seguridad futura de los países europeos solo será posible si están preparados para afrontar este peligro de manera efectiva.
Rutte concluyó que la OTAN debe estar lista para una respuesta decidida, anticipándose a los riesgos y asegurando la unidad en la defensa del espacio euroatlántico frente a las amenazas globales que se ciernen sobre la región.