La riqueza mineral acompañada cobalto, níquel y litio promete transformar la economía del país
El Salvador se ha convertido en el epicentro de la nueva fiebre del oro. El presidente Nayib Bukele anunció el hallazgo de un yacimiento con reservas de oro estimadas en 3 billones de dólares, acompañado de minerales estratégicos como cobalto, níquel y litio.
Este descubrimiento no solo promete una transformación económica sin precedentes, sino que podría situar al país como un jugador clave en la cuarta y quinta revolución industrial.
"Es un descubrimiento que cambiará la historia de El Salvador y del mundo," destacó Bukele durante su conferencia de prensa. La riqueza mineral equivale al 8800% del PIB del país, una cifra que podría convertir a esta pequeña nación en una potencia económica global.
Hacia la explotación minera: el cambio de leyes será crucial
Bukele adelantó que enviará al Congreso un proyecto para derogar la ley de 2017 que prohíbe la minería metálica. Esta legislación fue considerada un modelo ambientalista, pero ahora el mandatario la califica de “absurda”.
"Somos el único país del mundo con una prohibición total de la minería. Ni Guatemala ni Europa tienen estas restricciones, y todos están llenos de minas", subrayó.
El mandatario propone un modelo de explotación sostenible, limitando las operaciones a menos del 1% del territorio nacional y alejándolas de los centros urbanos para minimizar los impactos sociales y ambientales.
Minerales para la revolución industrial: mucho más que oro
Además del oro, los depósitos incluyen minerales esenciales para la tecnología moderna, como el litio, fundamental para baterías eléctricas, y el níquel y el cobalto, usados en la fabricación de productos tecnológicos.
"Estos recursos son la base de la nueva economía. Podemos ser el Qatar de América Latina, transformando nuestra riqueza en prosperidad para todos los salvadoreños," afirmó Bukele.
¿Una nueva era o un riesgo ambiental inminente?
El Salvador enfrenta un dilema histórico: aprovechar su riqueza mineral para revolucionar su economía o proteger su legado ambiental. Bukele aseguró que el modelo propuesto será respetuoso con el medio ambiente, pero las críticas no se han hecho esperar.
Mientras unos ven el hallazgo como un "tesoro del siglo", otros advierten sobre los riesgos de abrir la puerta a la minería en un país que durante años ha luchado contra la contaminación y la degradación ambiental.
¿El Salvador se convertirá en un símbolo de transformación económica o en un caso más de explotación minera descontrolada? Lo cierto es que el país está en la antesala de una nueva era.