La OMS destaca avances pero hay tres millones de muertos por ahogamiento en solo una década
Desde el año 2000, la tasa global de muertes por ahogamiento ha disminuido un 38%, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, esta cifra encierra desigualdades alarmantes: mientras Europa logró una reducción del 68%, África apenas alcanzó un 3%. Las cifras revelan una crisis oculta en las regiones más pobres y vulnerables del mundo.
El primer informe global de la OMS sobre prevención de ahogamientos señala que, en 2021, 300.000 personas perdieron la vida, lo que equivale a 30 muertes por hora.
Los niños y jóvenes son las principales víctimas, con casi la mitad de los fallecimientos en menores de 29 años.
Trágicamente, el 43% de las muertes ocurren en niños menores de 14 años, y los más pequeños (de 1 a 4 años) enfrentan el mayor riesgo, especialmente en piscinas, playas y zonas acuáticas sin supervisión.
Desigualdad brutal: pobreza y falta de estrategias matan más
El 92% de las muertes por ahogamiento ocurre en países de ingresos bajos y medios, donde las tasas son 3,2 veces más altas que en países ricos.
Las regiones del Pacífico occidental y el sudeste asiático registran las mayores cifras absolutas de fallecimientos, mientras que África tiene la tasa más alta: 5,6 muertes por cada 100.000 habitantes.
¿Por qué esta disparidad? Según la OMS, apenas un 15% de los países africanos cuenta con planes nacionales de prevención de ahogamientos, frente al 45% en Europa.
La falta de infraestructura, educación y compromiso gubernamental sigue cobrando vidas, especialmente en las comunidades más marginadas.
Para 2050, más de 7,2 millones podrían ahogarse
Si no se toman medidas drásticas, la OMS advierte que, para 2050, más de 7,2 millones de personas, en su mayoría niños, podrían morir ahogadas.
La organización propone seis intervenciones clave para revertir esta tendencia:
- Instalación de barreras para evitar que los niños accedan al agua.
- Creación de espacios seguros lejos del agua para los más pequeños.
- Enseñar a los niños natación básica y habilidades de salvamento seguro.
- Capacitar a personas en técnicas de rescate y reanimación.
- Refuerzo de campañas de sensibilización sobre los riesgos del ahogamiento.
- Implementación de leyes sobre seguridad en navegación y transporte marítimo.
Falta de compromiso: el agua sigue siendo un riesgo mortal
Aunque algunas medidas ya existen, su aplicación es insuficiente. Solo el 33% de los países incluye programas de rescate en sus políticas nacionales, y menos del 22% enseña natación en sus escuelas.
Además, el 86% no cuenta con leyes que obliguen a vallar piscinas, dejando a millones de niños vulnerables.
Si se analiza bien, cada muerte por ahogamiento es evitable. Sin un compromiso global y estrategias más agresivas, el agua seguirá siendo un enemigo mortal para los más vulnerables.