El agua no es transparente sino que es intrínsecamente azul
Durante años, se ha repetido que el color azul del mar es simplemente el reflejo del cielo, pero esta explicación es incompleta y errónea. Según el divulgador científico José Luis Crespo, conocido en redes como @quantumfracture, la verdadera razón radica en las propiedades ópticas del agua y no en la simple reflexión del cielo.
En un video compartido en sus redes, y resñado por Europa Press, Crespo desmonta el mito popular al señalar que, aunque el cielo influye, el agua tiene un color propio.
De hecho, dijo que el agua no es transparente, como muchos creen, sino que es intrínsecamente azul, algo que cambia completamente nuestra percepción del fenómeno.
Luz solar y absorción: la clave de todo
Crespo explica que la luz solar contiene todos los colores del espectro visible, pero el agua tiene la capacidad de absorber principalmente las longitudes de onda correspondientes al rojo, mientras que el azul es dispersado por las moléculas de agua. Este rebote de luz azul es lo que nos da la tonalidad característica del mar.
Variaciones en el color según lo que hay en el agua
Pero, ¿y el color verde o marrón del agua? Crespo aclara que otros factores también juegan un papel crucial. La presencia de plancton, algas y sedimentos puede alterar el color del agua, haciéndola más verde o marrón.
Añade que la luz absorbida por dichos elementos cambia la percepción del color dependiendo del lugar y las condiciones ambientales.
El clima y la luz: factores que modifican todo
Además, las condiciones climáticas también afectan la percepción del color. En días nublados, el mar aparece más oscuro debido a la reducción de luz solar que llega a su superficie.
Este juego de absorción y reflexión explica por qué el tono del agua varía constantemente.
Con su estilo directo, Crespo concluye: "En la luz solar están todos los colores, pero el agua absorbe sobre todo el rojo, mientras el azul no. Ahora ya sabes".