Un informe de la OIT destaca el papel crucial de los migrantes en la economía mundial, con un aumento del 4,7% en su participación en la fuerza laboral global en 2022.
Ginebra (16 de diciembre de 2024). Los migrantes internacionales continúan siendo un pilar fundamental en la economía global, representando el 4,7% de la fuerza laboral mundial en 2022, según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) divulgado este lunes. La cifra, que equivale a unos 167,7 millones de migrantes empleados en diversos países, subraya el creciente impacto de la migración laboral en la dinámica del mercado de trabajo mundial.
El informe de la OIT resalta que, en comparación con 2013, el número de migrantes laborales ha aumentado significativamente en los últimos años, con un crecimiento de más de 30 millones de personas. Esta expansión, que ocurrió principalmente entre 2013 y 2019, demuestra una mayor integración de los migrantes en las economías de los países de destino, especialmente en aquellos de ingresos altos.
Migrantes en países de altos ingresos
De acuerdo con las estimaciones de la OIT, la mayoría de los migrantes en la fuerza laboral se concentran en países de altos ingresos, que representaron el 68,4% del total de migrantes, es decir, alrededor de 114,7 millones de personas. Los países de ingresos medianos altos siguen en segundo lugar con un 17,4% (29,2 millones). Este fenómeno ha sido especialmente evidente en regiones como Europa septentrional, meridional y occidental, América del Norte y los Estados árabes, que albergan a la mayoría de los trabajadores migrantes. Sin embargo, se han registrado ligeras disminuciones en la proporción de migrantes en América del Norte y los Estados árabes, mientras que en Europa ha habido un aumento constante en la última década.
Disparidades de género y desafíos para las migrantes
Aunque la participación de los migrantes en el mercado laboral es significativa, persisten importantes disparidades de género. De los 167,7 millones de migrantes en la fuerza laboral, 155,6 millones estaban empleados, mientras que 12,1 millones estaban desempleados. Sin embargo, la tasa de desempleo entre los migrantes (7,2%) es mayor que la de los no migrantes (5,2%). Las mujeres migrantes enfrentan una tasa aún más alta, con un desempleo del 8,7%, frente al 6,2% de los hombres migrantes. Esta disparidad se atribuye a varios factores, como barreras lingüísticas, discriminación y dificultades en el reconocimiento de cualificaciones profesionales, lo que dificulta el acceso de las mujeres migrantes a empleos de calidad.
El sector de servicios: clave para los migrantes
Una de las áreas donde los migrantes juegan un papel especialmente destacado es en el sector de servicios, que abarca actividades cruciales como el cuidado de personas y el trabajo doméstico. En este sector, el 68,4% de los migrantes están empleados, en comparación con el 51,5% de los no migrantes. Este fenómeno es particularmente notable entre las mujeres migrantes, quienes se desempeñan principalmente en la economía del cuidado. Según el informe, el 28,8% de las mujeres migrantes trabaja en esta área, frente al 19,2% de las mujeres no migrantes. Los hombres migrantes también están más representados en estos servicios (12,4% frente a 6,2% de los no migrantes).
La necesidad de políticas laborales inclusivas
El informe subraya que los trabajadores migrantes no solo son esenciales para afrontar la escasez mundial de mano de obra, sino que también son cruciales para el crecimiento económico global. Sin embargo, también enfrentan desafíos significativos, como la falta de acceso a trabajos decentes, condiciones laborales precarias y falta de protección legal en muchos países. La OIT hace un llamado a los gobiernos para implementar políticas laborales inclusivas que garanticen los derechos laborales de los migrantes, lo cual es fundamental no solo desde una perspectiva moral, sino también desde una perspectiva económica.
Gilbert F. Houngbo, Director General de la OIT, afirmó: “Garantizar los derechos de los trabajadores migrantes y su acceso a un empleo digno es una necesidad económica y un imperativo moral”. Este llamado se alinea con la creciente necesidad de un enfoque más equitativo hacia la migración laboral, que facilite la integración de los migrantes en las economías de sus países de destino.
Prioridades para el futuro
El informe de la OIT concluye con un llamado urgente a garantizar el acceso equitativo a las oportunidades de trabajo y a fortalecer las políticas laborales inclusivas. Esto no solo beneficiará a los migrantes, sino también a las economías de los países receptores, que dependen de la contribución vital de estos trabajadores. La migración internacional, bien gestionada, puede ser una herramienta clave para impulsar el desarrollo sostenible y mejorar la resiliencia de los mercados laborales globales.