Servicios de Ucrania reivindican el ataque con bomba contra el militar
MOSCÚ, RUSIA. – El jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, el teniente general Igor Kirillov, falleció este martes tras un atentado con bomba en la capital rusa, Moscú. El ataque, que también cobró la vida de uno de sus asistentes, ha sido reivindicado por los servicios de seguridad de Ucrania (SBU), quienes lo calificaron de “operación especial”.
La explosión ocurrió por la mañana cuando una bomba, colocada en un patinete eléctrico estacionado frente a un edificio residencial en el este de Moscú, detonó al paso del alto mando militar. Según el Comité de Investigación de Rusia, el dispositivo contenía cerca de 300 gramos de un equivalente al TNT.
Reivindicación ucraniana
Fuentes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), citadas por las agencias locales Ukrinform y UNIAN, señalaron que el atentado fue una represalia directa por los “crímenes de guerra” de Kirillov. “Era un criminal de guerra y un objetivo totalmente legítimo”, declararon, recoge Europa Press.
El organismo ucraniano acusó al militar ruso de haber autorizado el uso de armas químicas prohibidas en la guerra, especialmente contra posiciones del ejército ucraniano. “Un final así es lo que espera a todos los que matan ucranianos”, subrayaron en un comunicado.
Estas declaraciones llegan en medio de una serie de acusaciones internacionales que apuntan al uso de municiones químicas en zonas de combate del este y sur de Ucrania.
Investigación en curso
El Comité de Investigación de Rusia informó que el caso está siendo tratado bajo los artículos 105, 205 y 222 del Código Penal ruso, relacionados con asesinato, terrorismo y tráfico ilegal de armas. Autoridades e investigadores se encuentran en la zona del atentado recolectando pruebas y rastreando a los posibles autores materiales del ataque.
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, se pronunció sobre la muerte del militar, destacando su papel en la denuncia de los “crímenes” de países occidentales. Según Zajarova, Kirillov expuso “las provocaciones con armas químicas en Siria y las actividades de laboratorios biológicos estadounidenses en Ucrania”.
El papel de Igor Kirillov
Kirillov, nacido en 1970, era un veterano de las fuerzas armadas rusas y graduado en la Academia Militar de Defensa Radiológica, Química y Biológica. Desde 2017, lideraba las tropas especializadas en el manejo y contención de armas de destrucción masiva.
Bajo su mando, las tropas fueron acusadas de desplegar armas químicas en múltiples ocasiones durante la invasión de Ucrania, iniciada en febrero de 2022. Según el SBU, más de 4.800 ataques con municiones químicas habrían sido registrados desde el inicio del conflicto, dejando alrededor de 2.000 soldados ucranianos con síntomas de envenenamiento.
Reacciones internacionales
El atentado ocurre apenas un día después de que el SBU anunciara la imputación de Kirillov por crímenes de guerra. En octubre pasado, el gobierno del Reino Unido sancionó al general ruso y a su unidad militar por su presunto uso de armas químicas en el campo de batalla.
Desde Occidente, Kirillov también era señalado como un “portavoz clave” en la estrategia de desinformación del Kremlin. El gobierno británico subrayó que sus declaraciones buscaban justificar tácticas bélicas prohibidas bajo el derecho internacional.
Un giro en el conflicto
La muerte de Kirillov supone un golpe simbólico para la cúpula militar rusa en un contexto donde las operaciones especiales ucranianas han intensificado sus acciones fuera de sus fronteras. Moscú, hasta ahora, no ha emitido acusaciones formales contra Ucrania, pero la tensión en el conflicto podría escalar en los próximos días.
Este atentado es uno de los más impactantes en la capital rusa desde el inicio de la invasión a Ucrania, evidenciando vulnerabilidades en el sistema de seguridad de Rusia y la capacidad de Ucrania para llevar a cabo operaciones en territorio enemigo.