Opiniones divididas entre productores y críticos del decreto 693-24
Santo Domingo.-El reciente Decreto 693-24, emitido por el presidente Luis Abinader, presenta posiciones encontrada sobre el futuro de la producción arrocera en República Dominicana. Mientras la Asociación Dominicana de Factorías de Arroz (ADOFA) celebra esta medida como un baluarte para proteger la seguridad alimentaria, críticos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) lo consideran un error estratégico que podría generar más problemas de los que pretende resolver.
Adofa respalda el decreto y agradece al presidente Abinader
Fausto Armando Pimentel, presidente de ADOFA, expresó su profundo agradecimiento al mandatario por su apoyo incondicional al sector arrocero.
Según Pimentel, el decreto llega en un momento crucial, ya que protege a más de 30,000 productores, salvaguarda más de 300,000 empleos y refuerza la economía en 21 provincias del país.
"El presidente Abinader ha tomado medidas esenciales para preservar la estabilidad y el crecimiento del sector arrocero", destacó Pimentel.
El dirigente también elogió al ministro de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), Víctor "Ito" Bisonó, por su compromiso con el sector y su rol como intermediario entre los intereses arroceros y el marco institucional.
Sin embargo, la raíz de esta medida es la amenaza inminente de la liberación de las cuotas de importación de arroz estipulada en el Acuerdo de Libre Comercio (DR-CAFTA), programada para enero de 2025.
Con este decreto, el Gobierno busca mantener limitadas las importaciones, permitiendo que el arroz dominicano continúe siendo un pilar de la seguridad alimentaria.
PLD: el decreto no ayuda a los pequeños productores
En contraste, Carlos Segura Foster, miembro del Comité Central del PLD y experto agropecuario, calificó el decreto como "inoportuno e innecesario". Según Segura Foster, la medida no aborda los problemas estructurales que afectan a los pequeños y medianos productores de arroz.
El exfuncionario destacó que la producción nacional de arroz ha caído desde 2018, mientras las importaciones indiscriminadas han minado la autosuficiencia alimentaria.
"El decreto no resuelve el problema de fondo y podría afectar otros sectores importantes de la economía", explicó Segura Foster.
Además, Segura Foster argumentó que la medida podría quedar obsoleta en caso de un cambio en la administración estadounidense, señalando que un potencial regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos podría reconfigurar los términos del DR-CAFTA.
Estados Unidos y el DR-Cafta: un equilibrio delicado
El diplomático estadounidense Virgilio Mayol, a través de la red social X, recordó que República Dominicana ha decidido limitar las importaciones de arroz de EE.UU. a 23,300 toneladas métricas por año, pese a que el DR-CAFTA estipula un acceso ilimitado a partir de 2025.
"Este decreto plantea desafíos en las relaciones comerciales con Estados Unidos y podría tener repercusiones en otros sectores alimentarios", advirtió Segura Foster.
¿Protección o amenaza? un debate sin resolución inmediata
Mientras los productores celebran la protección brindada por el decreto, críticos como Segura Foster advierten sobre sus posibles repercusiones a largo plazo.
En un contexto globalizado donde el equilibrio entre intereses nacionales y acuerdos internacionales es cada vez más complejo, la emisión del Decreto 693-24 pone en evidencia la difícil tarea de salvaguardar el bienestar económico y social del país.