Soluciones químicas para la resaca

La solución para contrarrestar la resaca con un enfoque puramente químico sería volver a hidratar el cuerpo.

Una solución química es una mezcla homogénea de dos o más sustancias. Un material es homogéneo cuando mantiene la misma composición química en todas sus partes. Por ejemplo, el zumo de limón y el azúcar se mezclan con el agua para formar una solución homogénea que llamamos jugo de limón. A esta misma solución nuestros hermanos panameños le dicen “chicha” de limón. Un jugo de avena es una mezcla no homogénea porque éste se asienta. Para que el jugo de avena sea homogéneo hay que agitarlo – menearlo- antes de beberlo.

Recordemos que los síntomas de la resaca como la sed intensa (fuerte deseo de beber agua) y el dolor de cabeza, entre otros, están asociados a la deshidratación del cuerpo producto de la eliminación del etanol (el alcohol que está presente en las bebidas alcohólicas).

La solución para contrarrestar la resaca con un enfoque puramente químico sería volver a hidratar el cuerpo. Esto significa que hay que reponer tanto el agua como los minerales (sodio, potasio…) para que el cuerpo sea nuevamente rehidratado.

Para ello es recomendable beber una solución de sales de rehidratación oral disponibles comercialmente en las farmacias. Un sobre disuelto en un litro de agua proporciona glucosa (azúcar), sodio y potasio, justo lo esencial que se ha perdido en la deshidratación.

Hay que decir que la creencia de combatir la resaca bebiendo más alcohol a la mañana del día siguiente es un error.

Cuando la resaca está acompañada de vómitos se debe acudir a un centro de salud para que la rehidratación sea realizada mediante un suero (solución salina) aplicado directamente en la sangre.

Hay que decir que la creencia de combatir la resaca bebiendo más alcohol a la mañana del día siguiente es un error. Ya que no se puede enfrentar la deshidratación con más deshidratación. Es como tratar de apagar un fuego lanzándole pequeñas cantidades de gasolina porque con mucha cantidad fue que provocó el incendio.

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Existen otras costumbres que han demostrado en la práctica ser efectivas y confiables. Por ejemplo, el consumo de una sopa de nervios o un sancocho calientes. Ingerir leche caliente o jugos de limón con cloruro de sodio (sal común) o bicarbonato de sodio son soluciones a todas luces más recomendables. En todos estos casos se están proporcionando azúcares, agua y minerales. Los azúcares proporcionan energía y reducen o elimina la debilidad y fatiga que están asociadas a la resaca.

Se termina señalando que la mejor forma de combatir la resaca es evitándola. Si va a tomar bebidas alcohólicas consuma con moderación y al día siguiente no tendrá que enfrentarse a los síntomas desagradables que caracterizan la resaca.

El autor es doctor en ciencias químicas, residente en Santiago de los Caballeros. huco71@gmail.com