La comunidad es investigada por secuestro de menores rescatados tras abusos sexuales
El domingo, miembros de la secta judía Lev Tahor irrumpieron violentamente en el Centro de Educación Especial Álida España en Ciudad de Guatemala, llevándose a algunos de los 160 menores de edad rescatados en una operación desencadenada por graves denuncias de abusos sexuales, violaciones y matrimonios forzosos dentro de su comunidad. Todos los menores fueron rápidamente recuperados.
Los fieles de Lev Tahor no solo desobedecieron el control policial, sino que incluso lograron sobrepasar las barreras de seguridad establecidas para proteger a los menores bajo la custodia del centro, que está bajo la supervisión de la Secretaría de Bienestar Social (SBS).
La situación escaló cuando se conoció que algunos menores fueron "sustraídos", pero las autoridades pronto los devolvieron.
Denuncias e investigaciones tras el intento de sustracción
La Procuraduría General de Guatemala detalló que los menores que habían sido secuestrados del centro fueron rápidamente recuperados por las fuerzas de seguridad.
Este hecho provocó que se desalojara a los miembros de Lev Tahor, iniciando una denuncia formal ante el Ministerio Público para investigar este acto y desentrañar los responsables del intento de sustracción.
El Procurador de los Derechos Humanos, Alejandro Córdova, subrayó que la operación de rescate de los menores incluyó una exhaustiva documentación de las actuaciones tanto de la Procuraduría de la Niñez y Adolescencia como de la Policía Nacional Civil (PNC).
Dijo que este proceso tiene como fin esclarecer las circunstancias que rodearon la intervención en el centro.
Solidaridad y tensiones con los vecinos durante la vigilia
A medida que la vigilancia frente al centro continuaba, algunos vecinos locales se acercaron para ofrecer apoyo, brindando comida y agua a los afectados.
Sin embargo, las tensiones aumentaron cuando Uriel Goldman, un miembro de Lev Tahor, expresó su descontento, calificando las denuncias que motivaron el operativo como "falsas" y acusando de "persecución política y religiosa" contra la comunidad ortodoxa.
Voces disidentes defienden a la secta
Goldman insistió en que se debía permitir a la comunidad vivir en paz y exigió la liberación de los menores, en un pronunciamiento al medio local Prensa Libre.
Este reclamo llega tras una investigación que surgió por las denuncias de jóvenes que lograron escapar de la secta y revelaron los abusos a los que estaban sometidos los menores de edad dentro de la comunidad.