Los goleadores de Pantoja y Cibao han marcado una era histórica en la liga profesional.
SANTO DOMINGO – En la historia del fútbol profesional dominicano, pocos nombres resuenan con tanta fuerza como los de Luis Espinal y Charles Herold. Los dos goleadores, destacados en la Liga Dominicana de Fútbol (LDF), han dejado una huella imborrable no solo con sus goles, sino también con su rivalidad, la cual ha alimentado los épicos duelos entre el Atlético Pantoja y el Cibao FC, los clubes más representativos del balompié local.
Espinal, delantero histórico del Atlético Pantoja, y Herold, referente del Cibao FC, se han convertido en los principales goleadores de la LDF, ambos superando la barrera de los 50 goles con un solo club, un récord que destaca su longevidad y constancia en la competencia.
“Son dos grandes figuras que han elevado el nivel de la LDF junto a otros jugadores clave, y lo han hecho con la camiseta de dos clubes tan exitosos como Pantoja y Cibao”, señaló Jorge Allen Bauger, director de la liga.
La rivalidad entre Pantoja y Cibao ha sido la piedra angular de una serie de Clásicos que se viven con pasión desbordada. Espinal y Herold han sido los actores principales en más de 20 ocasiones, en una rivalidad deportiva que trasciende el campo de juego. Para Espinal, los enfrentamientos con Cibao son “imperdibles”, reconociendo que cada Clásico tiene una carga emocional única. Herold, pentacampeón nacional con Cibao, se une al sentimiento y asegura que cada encuentro entre estos equipos genera una expectación monumental.
Espinal, con 73 goles hasta la fecha, lidera la tabla histórica de la LDF y parece estar en camino de superar el centenar, siempre y cuando mantenga su rendimiento físico a sus 30 años. En cambio, Herold, con 50 goles en su haber, sigue siendo una pieza clave, no solo por su capacidad ofensiva, sino por su liderazgo en el vestuario y en la cancha. Aunque ahora se encuentra más en el rol de motivador y referente en el Cibao, su influencia sigue siendo fundamental para el equipo.
A pesar de la feroz rivalidad deportiva, Espinal y Herold mantienen una profunda amistad. Ambos se han prodigado mutua admiración, demostrando que el fútbol no solo genera enconos, sino también lazos de respeto y camaradería. “Somos excelentes amigos”, afirmaron en varias ocasiones, subrayando la humanidad detrás de los nombres que los aficionados veneran.
El legado de Espinal y Herold continúa siendo uno de los mayores éxitos de la LDF, dos jugadores que han definido la era moderna del fútbol dominicano con su talento, competitividad y compañerismo.
