Emboscadas hablan de un país atrapado en el caos con fuerzas del anterior régimen activas
Catorce policías han sido asesinados en una emboscada en la provincia de Tartus, un ataque atribuido a remanentes del régimen de Bashar al Assad. Este acto de violencia ha encendido una ofensiva sin precedentes por parte de las nuevas autoridades sirias contra milicias leales al antiguo gobierno, en un esfuerzo por imponer el orden en un país fracturado.
El ministro del Interior, Mohamed Abdel Rahman, calificó el ataque como un acto de desafío contra la seguridad del pueblo sirio.
Además de los catorce policías muertos, otros diez resultaron heridos en lo que fue descrito como un intento deliberado de desestabilizar la región.
Las fuerzas de seguridad cumplían su labor cuando fueron atacadas, según fuentes oficiales.
Rahman aseguró que el gobierno provisional no descansará hasta eliminar cualquier amenaza, prometiendo "golpear con mano de hierro" a quienes intenten alterar la paz.
Operación militar: neutralizar a las milicias de Al Assad
En respuesta al ataque, las nuevas autoridades han lanzado una operación militar en Tartus, dirigida a desmantelar milicias armadas leales al antiguo régimen.
Según el Departamento de Operaciones Militares, el objetivo principal es neutralizar a combatientes atrincherados en los bosques y colinas de la provincia.
La agencia estatal SANA informó que la ofensiva busca garantizar la paz civil, mientras que se ha reforzado la seguridad en provincias clave como Homs, Latakia y Hama, bajo un estricto toque de queda.
Los fantasmas del pasado: crímenes y ajustes de cuentas
El ataque estaría vinculado a un intento de capturar a Muhamad Kanjo Hasan, exdirector del Departamento de Justicia Militar de Al Assad, acusado de perpetrar crímenes atroces en la prisión de Sednaya.
Hasan fue señalado como responsable de sentencias de muerte y condenas arbitrarias contra miles de presos políticos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó que tres milicianos murieron en los enfrentamientos, mientras se reportaron bajas en ambos bandos.
Un futuro incierto: reconstrucción en medio del caos
La caída de Bashar al Assad, impulsada por la ofensiva de Hayat Tahrir al Sham (HTS), no ha traído la estabilidad esperada.
El líder rebelde Ahmed Husein al Shara, conocido como Abú Mohamed al Golani, controla ahora el país, pero los retos para consolidar el poder son inmensos.
Lo cierto es que lo de Siria va para largo, sigue atrapada en una guerra de intereses, lealtades y venganzas.