El país caribeño sucumbe al caos y al desplazamiento masivo
Haití, un país atrapado en una espiral de violencia descontrolada, enfrenta un sombrío panorama que desde 2022 ha cobrado más de 17,000 vidas entre muertos y heridos. La tragedia, marcada por el terror pandillero, ha desplazado a cientos de miles y dejado un saldo desolador en la población infantil.
Niñez destruida: víctimas de la guerra pandillera sin control. Entre enero y septiembre de 2024, 105 niños fueron asesinados de manera violenta y más de 300,000 han sido desplazados, según datos del diario digital Haití Libre que recoge Prensa Latina.
La situación refleja un estado de emergencia donde los menores son no solo víctimas, sino también objetivos de reclutamiento forzoso, violencia sexual y homicidios.
El Informe Anual 2024 sobre Niños y Conflictos Armados de Naciones Unidas detalla los horrores que enfrentan los más vulnerables en Haití. Las pandillas no solo controlan territorios, sino que siembran miedo atacando escuelas y obligando a los jóvenes a unirse a su maquinaria criminal.
Escalada mortal: 20 asesinatos diarios en el primer semestre
La violencia ha alcanzado niveles alarmantes en 2024, con un promedio de 20 personas asesinadas cada día durante los primeros seis meses del año, de acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En total, 3,661 ciudadanos han perdido la vida, superando los registros de 2023 en el mismo período.
Atrapado entre el caos y la esperanza
El panorama es desolador: la violencia pandillera actúa como un cáncer que destruye comunidades y obliga a miles a abandonar sus hogares en busca de seguridad.
Mientras la comunidad internacional emite informes y llama a la acción, la población haitiana enfrenta un día a día marcado por la incertidumbre y el dolor.
Lo cierto es que el grito de Haití no puede ser ignorado. Su futuro está en juego.