Advierte negligencia en el uso de tecnología clave para la movilidad vehicular
SANTO DOMINGO.- El desastre en el tránsito de la capital dominicana tiene una razón: el abandono de equipos de semáforos inteligentes adquiridos con fondos públicos según denunció Carlos Ariel Zabala, representante del Consorcio de Movilidad Inteligente (CMI).
Además, Zabala reveló que el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) y su director, el ingeniero Milton Morrison, enfrentan un embargo de sus cuentas bancarias tras ignorar el contrato para la implementación de esta tecnología.
Los equipos, valorados en $24 millones de dólares, permanecen abandonados en almacenes, deteriorándose bajo el sol y la lluvia. Según Zabala, esta negligencia representa una pérdida de más de $15 millones, mientras el caos vehicular sigue empeorando.
“Estamos hablando de millones de dólares en tecnología desperdiciados, mientras los ciudadanos enfrentan un tránsito cada vez más caótico. Esta situación no solo afecta a Santo Domingo, sino también a la imagen del país ante inversores extranjeros”, denunció Zabala.
Desacato y abandono: el fallo ignorado por el Intrant
Zabala recordó que el Tribunal Superior Administrativo falló a favor del CMI el 6 de junio de 2023, ordenando al INTRANT pagar más de $2 millones pendientes del contrato. Sin embargo, el incumplimiento persiste. Incluso la embajada de Austria, origen de la tecnología, intervino sin éxito. Morrison, según Zabala, ni siquiera se presentó a una reunión programada con el representante austriaco.
“El gobierno ya pagó más del 50 % del contrato. A pesar de ello, los semáforos siguen sin implementarse. Este desacato no solo refleja negligencia, sino también una alarmante falta de compromiso con el bienestar ciudadano”, afirmó Zabala.
Tecnología desaprovechada: impacto en ciudadanos e inversores
La empresa austriaca fabricante, con presencia en más de 80 países y 120 años de experiencia, considera que República Dominicana es el único lugar donde su tecnología no se ha aprovechado. Este panorama no solo perjudica la movilidad, sino también la reputación del país.
El CMI ofrece una salida: reactivar los equipos ya pagados, sin exigir continuidad contractual, para devolver la funcionalidad al sistema de tránsito y aliviar el caos vehicular.
“Es inaceptable que millones de dólares en tecnología se pierdan mientras la ciudad colapsa. Llamamos al Ministerio Público y al gobierno a actuar con urgencia. La solución está al alcance”, concluyó Zabala.