Familia de joven abatido por policía denuncia negligencia

Reclaman intervención de autoridades para que el caso no quede impune

Santo Domingo, R.D..- A 19 días de la muerte de Gregory Mena Montero, un joven de 28 años asesinado por un disparo en la cabeza por miembros de una patrulla policial, su familia denuncia la falta de avances en la investigación y denuncia lo que consideran una presunta negligencia e incluso encubrimiento por parte de las autoridades.

Mena fue ultimado el pasado 14 de diciembre en la estrecha calle del barrio La Esperanza, en el sector Los Ríos, en circunstancias que aún no están claras. Según versiones de la Policía Nacional, la persecución a Mena comenzó tras un atropellamiento a un motociclista y una posterior fuga. Sin embargo, la familia cuestiona esta versión y sugiere que el asesinato podría estar vinculado a un ajuste de cuentas, posiblemente por motivos pasionales.

Roberto De Oleo, tío del joven, expresó su frustración por la falta de respuestas y la tardanza en las investigaciones. “Lamentamos profundamente que las autoridades se hayan vuelto cómplices de este crimen al no actuar con la diligencia que merece”, exclamó. De Oleo señaló que, más de dos semanas después de la muerte de su sobrino, no se ha identificado al oficial responsable del disparo mortal.

A pesar de que la Policía Nacional ha puesto a disposición del Ministerio Público a los agentes involucrados en el hecho, el caso sigue sin avanzar y la familia teme que el crimen quede impune debido a la presunta falta de acción judicial. “Nos preocupa que la negligencia en la investigación sea en realidad un encubrimiento”, manifestaron en un documento entregado a los medios.

Además, la familia de Gregory Mena hace un llamado a la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, y al director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Guzmán Peralta, para que intervengan y se aseguren de que los responsables sean sometidos a la justicia. “No vamos a descansar hasta que haya justicia por Gregory”, afirmaron los familiares, visiblemente conmocionados por la trágica pérdida.

El joven Gregory Mena deja dos hijos pequeños, de tres y un año de edad, quienes quedan huérfanos tras la brutal acción de la policía. La familia exige que el caso sea tratado con la transparencia que se merece, y que se esclarezca lo antes posible la identidad de los culpables para evitar que la situación quede sin resolución.

Mientras tanto, la comunidad local sigue consternada por el hecho y pide que las autoridades actúen con celeridad para que la justicia prevalezca en este trágico suceso.