En Brasil y Chile accionan contra vinculados a crímenes de guerra
Viajar a Sudamérica ya no es seguro para aquellos acusados de crímenes contra la humanidad. La región comienza a emerger como un escenario clave en la lucha contra la impunidad.
En Brasil, un tribunal federal ha ordenado una investigación urgente contra un militar israelí de vacaciones en el país. ¿El motivo? Acusaciones de genocidio y crímenes de guerra, vinculados a la demolición masiva de viviendas civiles en Gaza.
La Fundación Hind Rayab (FHR), promotora de la denuncia, calificó la medida como "un paso crucial para la rendición de cuentas".
La denuncia no se basa solo en palabras: incluye grabaciones de video, fotografías y datos de geolocalización que demostrarían la participación activa del acusado en la destrucción de barrios enteros en Gaza.
"Este individuo no es un simple turista, es un agente del genocidio," afirmó contundentemente Maira Pinheiro, abogada principal de la FHR.
Dyab Abu Yahyá, presidente de la fundación, declaró que este caso establece un precedente poderoso para que otros países actúen contra los crímenes de guerra.
Chile también enfrenta el dilema de la justicia internacional
Mientras tanto, en Chile, la Fundación Hind Rayab presentó una denuncia contra Saar Hirshoren, un militar israelí localizado en la región de Aysén.
Este miembro del Batallón de Ingeniería de Combate 749 de las Fuerzas de Defensa de Israel está señalado por su participación en la destrucción de infraestructura civil en Gaza.
Hugo Gutiérrez, asesor legal de la fundación, enfatizó que Hirshoren incluso publicó evidencia de sus crímenes en redes sociales, un acto que pone en jaque cualquier alegato de inocencia.
"No se trata de una coincidencia; sus acciones reflejan una estrategia deliberada," agregó Gutiérrez, quien también destacó que el teniente coronel Adi Bekore, comandante del batallón, declaró públicamente que su objetivo era "arrasar Gaza".
¿Es sudamérica la nueva frontera para la justicia global?
Ambos casos subrayan la importancia de la justicia extraterritorial. Brasil y Chile han demostrado que los tribunales nacionales pueden actuar cuando los perpetradores de crímenes internacionales pisan su suelo.
"Los crímenes más atroces no pueden quedar sin castigo, sin importar dónde se cometan," señala el informe de la FHR.
Esta firmeza de los países sudamericanos envía un mensaje claro: la región no será refugio para criminales de guerra. Con datos de Europa Press