Verónica Abad, la vicepresidenta suspendida, dice que asumirá la Presidencia según lo establece la Constitución.
El presidente ecuatoriano Daniel Noboa ha dado un giro radical al nombrar a la economista Cynthia Gellibert como nueva vicepresidenta del país, desatando una tormenta política de proporciones históricas.
Esta decisión, anunciada mediante un comunicado oficial, deja en suspenso el futuro de Verónica Abad, la vicepresidenta suspendida, quien ha declarado que asumirá la Presidencia el próximo 5 de enero de 2025, según lo establece la Constitución, recoge Europa Press.
Noboa argumenta que la sustitución se mantendrá hasta que Abad "tome posesión de sus funciones" en Turquía, donde fue designada como consejera económica.
Sin embargo, la ausencia de Abad en el cumplimiento de sus responsabilidades y sus acusaciones de un supuesto "golpe de Estado" han polarizado aún más el panorama político.
Acusaciones cruzadas: ¿golpe de estado o vacío institucional?
En un encendido mensaje a los ecuatorianos, Verónica Abad aseguró que asumirá la Presidencia en enero, acusando a Noboa de violar la voluntad popular y los preceptos legales.
“La voluntad del pueblo es sagrada y debe ser respetada”, afirmó, mientras denunciaba un posible uso indebido de recursos públicos en favor de Noboa en la campaña electoral de febrero.
Por su parte, el Gobierno sostiene que Abad ha generado un vacío institucional al pedir vacaciones sin autorización y no presentarse a sus nuevas funciones en Turquía.
Desde el partido oficialista, ADN, advierten que forzar la sucesión presidencial sería un delito de usurpación de funciones públicas, intensificando las tensiones.
Fuerzas armadas y asamblea: entre la constitución y el caos
Las Fuerzas Armadas de Ecuador han declarado su lealtad a la Constitución y al presidente en funciones, rechazando cualquier posibilidad de intervenir en las disputas políticas. “Nos corresponde acatar las disposiciones del presidente Daniel Noboa y cumplir con nuestra misión”, señalaron en un comunicado oficial.
Mientras tanto, la Asamblea Nacional ha convocado una sesión extraordinaria para debatir la posible licencia de Noboa, un requisito legal para su participación en la campaña electoral.
Este debate podría definir el rumbo de la crisis, mientras el país se enfrenta a una lucha sin precedentes entre el Ejecutivo, el Legislativo y el aparato judicial.
Con acusaciones de golpe de Estado, vacío institucional y violaciones a la ley, Ecuador se encuentra en una encrucijada política que podría definir su futuro democrático.
¿Será capaz Noboa de consolidar su poder? ¿O logrará Abad, con sus reclamos legales y populares, revertir la situación? Lo único claro es que Ecuador vive una batalla por la estabilidad política sin precedentes.