Xi Jinping decreta "todos los esfuerzos posibles" para salvar vidas
El Tíbet ha sido devastado por un terremoto de magnitud 6,8 que ha arrancado la vida de al menos 126 personas y ha dejado a más de 188 heridas. Las autoridades regionales han declarado el estado de emergencia.
El epicentro se localizó en Dingri, una región remota en el suroeste de China, y el desastre ha generado una tragedia sin precedentes, afectando también a países vecinos como Bangladesh, Nepal, Bután e India.
Xi Jinping pide acción total tras el desastre natural
Con el desastre empeorando minuto a minuto, el presidente de China, Xi Jinping, ha ordenado que se hagan todos los esfuerzos posibles para asistir a los sobrevivientes, enviar ayuda urgente y organizar una operación de rescate sin descanso.
El Ejército chino y brigadas de emergencia están trabajando sin tregua para encontrar a posibles supervivientes entre los escombros, mientras las réplicas del terremoto continúan.
Frías montañas del tibet: el rescate enfrenta un clima extremo
El desolado paisaje del Tíbet, azotado por bajas temperaturas, se convierte en un obstáculo para los esfuerzos de rescate.
Las autoridades están tomando medidas extremas para garantizar la seguridad y el bienestar de los afectados, con el primer ministro Li Qiang enfatizando la necesidad urgente de asegurar recursos para el invierno en esta región de altitud extrema. Con datos de Europa Press