Aduanas supera metas pese a violencia y caída de importaciones
En un hecho sin precedentes, el Servicio de Aduanas de Haití cerró diciembre con una histórica recaudación de 98,4 millones de dólares, equivalente al 108 % de las metas fijadas por el Estado.
Este logro resalta la eficacia de las políticas de control y verificación impulsadas por la Administración General de Aduanas (AGD), liderada por Julcène Édouard, en un contexto económico y social plagado de desafíos.
Estrategia fiscal triunfa pese a drástica reducción en importaciones
El volumen de mercancías importadas cayó drásticamente de 416 mil 526 millones 153 toneladas en diciembre de 2023 a 381 mil 911 millones 894 toneladas en diciembre de 2024, marcando una disminución de más de 34 mil millones de toneladas, destaca Prensa Latina.
Sin embargo, la estrategia reforzada de verificación permitió no solo mantener, sino superar las metas de ingresos, demostrando la capacidad de adaptación y resiliencia de la institución.
Aduanas: pilar de estabilidad económica en tiempos de crisis
El diario Le Nouvelliste destacó que este desempeño coloca a la AGD como un pilar fundamental en el financiamiento de las políticas públicas haitianas.
A pesar de operar en un entorno dominado por la violencia pandillera y la incertidumbre económica, las reformas de la institución han fortalecido su capacidad para generar ingresos esenciales para el Estado.
Con este histórico récord, Aduanas reafirma su papel como eje central del desarrollo fiscal, enfrentando con éxito las adversidades de una economía golpeada por la inestabilidad y demostrando que el progreso es posible incluso en las circunstancias más difíciles.
Esto porque la violencia en Haití, impulsada principalmente por las actividades de pandillas y la inestabilidad política, ha tenido un impacto devastador en la economía del país.
A continuación, DiarioDigitalRD detalla algunos de los efectos más significativos de la inseguridad social sobre la economia de Haití :
Disrupción del comercio y las inversiones
La violencia pandillera ha afectado directamente los centros comerciales y las rutas de transporte, lo que ha limitado el flujo de bienes y servicios dentro y fuera del país.
Las áreas controladas por pandillas, especialmente en Puerto Príncipe, han restringido el acceso a puertos clave como el de Varreux, lo que ha paralizado la distribución de mercancías y ha elevado los costos logísticos.
Además, la inseguridad general ha disuadido a inversores nacionales e internacionales. Sectores como la construcción, la manufactura y el turismo, que antes tenían potencial para generar empleos y divisas, han visto una marcada disminución en su actividad debido al riesgo asociado con operar en Haití.
Reducción de la actividad agrícola
La violencia ha desplazado a miles de familias rurales, lo que ha reducido la fuerza laboral en áreas agrícolas críticas.
Los agricultores enfrentan dificultades para acceder a sus tierras debido al control territorial de las pandillas, lo que ha provocado una caída en la producción de alimentos básicos como arroz, maíz y plátanos.
Esto ha incrementado la dependencia de importaciones, encareciendo los alimentos y exacerbando la inseguridad alimentaria.
Colapso del turismo y la industria hotelera
El turismo, que podría ser una fuente clave de ingresos para Haití, se ha desplomado debido a la percepción de inseguridad.
Los constantes reportes de secuestros, enfrentamientos armados y bloqueos han hecho que los visitantes extranjeros y los propios haitianos eviten áreas tradicionalmente turísticas.
Esto ha generado el cierre de hoteles, restaurantes y negocios relacionados, dejando a miles de personas sin empleo.
Incremento en el costo de vida
La violencia ha disparado la inflación al dificultar el transporte de bienes esenciales, lo que a su vez ha reducido la oferta y aumentado los precios.
El combustible, indispensable para el transporte y la generación de electricidad, ha sido uno de los productos más afectados, con frecuentes escaseces que paralizan la actividad económica.
Desplazamiento de la fuerza laboral
Miles de personas han sido desplazadas de sus hogares debido a la violencia, especialmente en barrios dominados por pandillas.
Esto ha desestabilizado los ingresos de familias que dependen de pequeños negocios o trabajos locales.
La migración forzada hacia otros países, como República Dominicana o Estados Unidos, ha privado al país del capital humano necesario para reconstruir su economía.
Erosión de la confianza institucional
La incapacidad del gobierno para controlar la violencia ha reducido la confianza en las instituciones públicas y en el sistema económico.
Esto ha incentivado la economía informal y ha aumentado la evasión fiscal, debilitando aún más las finanzas públicas.