Mueren al menos 18 hombres armados en un ataque contra el Palacio Presidencial
En un hecho sin precedentes, las fuerzas de seguridad de Chad abatieron a 18 atacantes que intentaron desestabilizar el Palacio Presidencial en un ataque que dejó además un saldo trágico: la muerte de un agente y heridas graves a tres más, uno de ellos en estado crítico.
El grupo, compuesto por 24 individuos, dejó seis heridos entre sus filas, según informes del Gobierno chadiano. Este acto de agresión, aunque neutralizado rápidamente, ha puesto en evidencia las tensiones latentes en un país asediado por la inestabilidad.
Terror y sospecha: Boko Haram bajo la lupa
Aunque las autoridades no han confirmado públicamente la identidad de los atacantes, todo apunta a miembros del grupo terrorista Boko Haram, que ha sembrado el terror en la región del lago Chad por años.
Este grupo, junto a su facción escindida, Estado Islámico en África Occidental (ISWA), ha convertido esta zona en un epicentro de violencia y desesperación.
El portavoz del Gobierno, Abderraman Kulamalá, buscó minimizar el impacto del ataque calificándolo como “un pequeño incidente”, pero los ecos de las explosiones dentro del palacio presidencial cuentan otra historia.
Aunque las autoridades aseguran que la amenaza fue "erradicada", el temor y la incertidumbre persisten.
Un país en la cuerda floja: liderazgo en jaque
Bajo el control de una junta militar liderada por el presidente de transición Mahamat Idriss Déby, Chad enfrenta un cóctel explosivo de desafíos: insurgencias violentas, una economía frágil y presiones internacionales por un retorno a la democracia.
El reciente ataque no es solo un intento de desestabilización, sino un recordatorio brutal de las grietas en el control del Estado.
Mientras el Gobierno promete respuestas contundentes, la sombra de Boko Haram y su capacidad de operar con relativa impunidad sigue siendo una amenaza real y constante.
Chad está en una encrucijada y el mundo observa, preguntándose si esta nación podrá resistir las fuerzas que buscan desgarrarla desde dentro. Con datos de Europa Press