Crecimiento global moderado, con países vulnerables en crisis persistente
Naciones Unidas advierte que el crecimiento global para 2025 será apenas de 2,8%, marcando un ritmo modesto e insuficiente para atender las demandas de las economías más vulnerables.
Cita qué factores críticos como la debilidad de la inversión, el lento avance de la productividad y el peso asfixiante de la deuda continúan frenando el desarrollo de los países en vías de crecimiento.
Aunque la transición ecológica y los avances tecnológicos podrían actuar como impulsores, los beneficios estarán desigualmente distribuidos, favoreciendo de manera desproporcionada a las economías industrializadas.
Mientras tanto, los países en desarrollo luchan con un espacio fiscal limitado y deudas que les impiden invertir en infraestructuras críticas, educación y tecnología, según detalla el informe de la ONU "Situación y Perspectivas para la Economía Mundial (WESP) 2025″.
El comercio global resiste pero enfrenta barreras geopolíticas crecientes
El análisis prevé un aumento del 3,2% en el comercio mundial para 2025, impulsado por las exportaciones de productos manufacturados en Asia y el auge del comercio de servicios.
Sin embargo, esta recuperación enfrenta serios riesgos: las políticas proteccionistas y las tensiones geopolíticas siguen siendo amenazas latentes que podrían truncar este avance.
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Además, los índices de riesgo geopolítico permanecen por encima de sus niveles históricos, mientras el costo del endeudamiento sigue siendo elevado.
Indica que estos factores añaden incertidumbre al panorama económico y agravan las dificultades para los países menos desarrollados, que enfrentan una combinación de crecimiento insuficiente y frágil, lo que compromete su capacidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Las potencias relajan políticas monetarias, pero los desafíos persisten
La ONU destaca señales favorables como la desinflación en varias regiones y la relajación monetaria de los principales bancos centrales, lo que podría aliviar algunas presiones económicas.
Sin embargo, el crecimiento proyectado sigue siendo inferior al promedio previo a la pandemia, evidenciando un estancamiento global preocupante.
Los países de bajos ingresos continúan siendo los más golpeados. Sin acceso a recursos suficientes para invertir en sus economías, el progreso hacia los ODS se estanca, mientras las desigualdades se profundizan.
Naciones Unidas hace un llamado urgente a redoblar esfuerzos para superar estos obstáculos estructurales y garantizar un crecimiento inclusivo y sostenible.
"El tiempo se agota para enfrentar estos desafíos", concluye el informe, exhortando a la cooperación global para combatir las crecientes desigualdades y riesgos sistémicos.