La propuesta de un Gabinete Cultural reviste gran importancia en este momento crucial.
La promesa del presidente Luis Abinader de articular un Gabinete Cultural despertó esperanza en el sector creativo durante la pasada campaña electoral.
Durante la campaña electoral de 2024, el presidente Luis Abinader realizó una promesa que resonó profundamente entre gestores culturales, artistas y escritores: la creación de un Gabinete Cultural encargado de coordinar las políticas culturales que ejecutan las instituciones del Estado.
Este anuncio, realizado en un masivo acto de respaldo a su candidatura, fue recibido con entusiasmo por un sector que percibe un vacío en la gestión cultural del país, caracterizado por la falta de coordinación entre organismos estatales y la ausencia de prioridades claras en materia cultural.
La propuesta de un Gabinete Cultural reviste gran importancia en este momento crucial, cuando la creatividad humana está siendo revalorizada en las agendas de desarrollo social, económico y humano a nivel mundial.
Actualmente, el panorama cultural dominicano está marcado por esfuerzos fragmentados. Existen múltiples instituciones públicas dedicadas a la cultura, pero sus acciones suelen operar de manera aislada, diluyendo su impacto. El Ministerio de Cultura, pese a sus esfuerzos, continúa bajo cuestionamientos, incluso de parte de gestores culturales, y sigue pendiente de la modificación de la ley que lo creó, para que su rol sea más eficaz.
- Además, se percibe la falta de una estrategia integral, lo que dificulta abordar las prioridades más urgentes, como el apoyo sostenido a los artistas emergentes, la preservación del patrimonio cultural y la proyección internacional de las expresiones artísticas dominicanas.
Un Gabinete Cultural, bien concebido y ejecutado, podría representar una solución transformadora a las deficientes políticas culturales del Estado. Este organismo tendría la capacidad de articular las políticas culturales, unificando esfuerzos y recursos bajo un enfoque estratégico. Más allá de la simple coordinación administrativa, el Gabinete debería funcionar como un espacio de diálogo continuo entre el Gobierno y la comunidad artística, con la misión de identificar las necesidades reales del sector y proponer soluciones alineadas con las demandas del siglo XXI.
Además, un Gabinete Cultural podría sentar las bases para un enfoque más moderno de la cultura como motor de desarrollo. En muchos países se pondera que las industrias creativas no solo enriquecen el tejido social, sino que también generan empleo y contribuyen significativamente al PIB.
En República Dominicana, donde el talento artístico abunda, un Gabinete Cultural podría convertirse en el catalizador para transformar la creatividad en un eje estratégico de crecimiento económico, a través de iniciativas como la promoción de la exportación cultural, la formación de artistas y la creación de infraestructuras sostenibles.
Sin embargo, para que este proyecto sea exitoso, será fundamental contar con un liderazgo gerencial claro, recursos suficientes y un plan de acción bien definido. Es crucial que el Gabinete Cultural no se limite a ser un órgano decorativo. Deberá rendir cuentas, establecer objetivos medibles y generar un impacto tangible en la vida de los creadores y en la sociedad dominicana en general.
La promesa del presidente Abinader es esperanzadora como parte de una estrategia hacia la dignificación de la cultura como pilar del desarrollo nacional. Si se logra concretar, el Gabinete Cultural podría romper con décadas de estancamiento y abrir un nuevo capítulo en la gestión cultural del país. Ahora, el reto está en transformar la promesa en acción y garantizar que este esfuerzo marque una diferencia real para el futuro de la cultura dominicana.
El tiempo dirá si esta iniciativa será recordada como una revolución cultural o como una oportunidad desaprovechada. Por ahora, queda el optimismo y la expectativa de un sector que anhela ser escuchado y valorado.
Ahora que se discute la posible designación de un nuevo ministro de Cultura, sería propicio que el presidente Luis Abinader se decida por crear el gabinete cultural. Eso espero.