La cartera de créditos aumentó un 12.2 % y los depósitos del público crecieron un 11.4 %
El sistema financiero dominicano cerró el 2024 con un desempeño sólido, logrando activos totales de RD 3.87 billones, un crecimiento interanual del 10.6 %, según la Superintendencia de Bancos (SB).
La cartera de créditos, principal motor del sistema, alcanzó los RD 2.18 billones, aumentando un 12.2 % en comparación con 2023. Este salto, equivalente a RD 237.2 mil millones, subraya el dinamismo del sector y su rol clave en el desarrollo económico.
Por otro lado, los depósitos del público crecieron un 11.4 %, situándose en RD 2.9 billones, reflejando la confianza de los dominicanos en el sistema bancario y un continuo hábito de ahorro.
Capital sólido y morosidad bajo control
El nivel de capital del sistema, medido por el patrimonio neto, ascendió a RD 473,262 millones, un aumento de 16.1 % respecto al año anterior.
Esto fortalece la capacidad de las entidades financieras para absorber pérdidas inesperadas y mantener niveles de apalancamiento controlados.
La tasa de morosidad se ubicó en un 1.6 %, por debajo de los niveles prepandemia del 1.9 %. Aunque la morosidad estresada aumentó ligeramente a un 7.0 %, el sistema mantiene un indicador de cobertura de provisiones del 175 %, superando ampliamente el mínimo requerido.
Rentabilidad estable pese a ligeros descensos en indicadores clave
El sistema financiero alcanzó resultados antes de impuestos por RD 106,907 millones, un incremento interanual del 11.2 %.
Sin embargo, los indicadores de rentabilidad como el ROA y el ROE mostraron leves reducciones, ubicándose en 2.8 % y 22.6 %, respectivamente.
A pesar de estas disminuciones, el sistema mantiene niveles adecuados de solvencia, liquidez y estabilidad, destacándose como un pilar fundamental de la economía dominicana.
Perspectivas de crecimiento y retos para 2025
El sistema financiero dominicano enfrenta el 2025 con bases sólidas y grandes expectativas de crecimiento. El continuo aumento de los activos y la cartera de créditos, sumado a la estabilidad en los niveles de morosidad, posiciona al sector como un actor crucial para impulsar la economía.
Sin embargo, persisten desafíos importantes, como mantener los niveles de rentabilidad en un entorno económico global incierto, gestionar los riesgos asociados al crédito y garantizar un equilibrio entre expansión y solidez financiera.
La Superintendencia de Bancos subrayó la importancia de reforzar la confianza del público, fomentar la inclusión financiera y promover la digitalización del sistema bancario como herramientas clave para mantener la competitividad y el dinamismo del sector en el futuro inmediato.
Con un desempeño que refleja estabilidad y adaptabilidad, el sistema financiero dominicano se encamina a consolidar su posición como uno de los más resilientes de la región, siendo un soporte fundamental para el crecimiento sostenible del país.