En su último discurso como presidente, Biden destaca los logros de su mandato y alerta sobre la concentración de poder en manos de pocos.
Washington, 16 de enero de 2025. En su último discurso como presidente de Estados Unidos desde el Despacho Oval, Joe Biden deseó “suerte” a la Administración entrante, que será liderada por su predecesor, Donald Trump, e hizo una fuerte advertencia sobre los peligros de una creciente concentración de poder en el país. Según Biden, una “oligarquía” de individuos extremadamente ricos está tomando forma en Estados Unidos, lo que amenaza la democracia y los derechos fundamentales de los ciudadanos.
La advertencia sobre la oligarquía
El presidente saliente no dudó en señalar que una peligrosa concentración de riqueza y poder está configurándose en el país, y advirtió sobre las consecuencias que esto podría tener si no se controla adecuadamente. “Hoy, en Estados Unidos está tomando forma una oligarquía de extrema riqueza, poder e influencia que literalmente amenaza toda nuestra democracia, nuestros derechos y libertades básicos”, sostuvo Biden. Según él, el poder desmedido de esta élite pone en riesgo la capacidad del país de garantizar que todos tengan la oportunidad de prosperar.
Construir una clase media más fuerte
En medio de la advertencia, Biden también subrayó los logros de su mandato, particularmente en lo que respecta a la creación de empleo y la protección del medio ambiente. El presidente resaltó los esfuerzos por construir una clase media más amplia, algo que consideró un objetivo alcanzado durante su administración.
“Eso es exactamente lo que hemos logrado”, dijo, al destacar las políticas implementadas para afrontar la crisis climática y los intereses de las grandes corporaciones que intentan revertir las medidas adoptadas en beneficio del medio ambiente.
“No debemos dejarnos intimidar para que sacrifiquemos el futuro, el futuro de nuestros hijos y nietos. Debemos seguir avanzando y hacerlo más rápido. No hay tiempo que perder”, enfatizó Biden, haciendo un llamado a la acción urgente para abordar la crisis climática.
Logros y desafíos del mandato
Biden también aprovechó el discurso para enumerar algunos de los logros más significativos de su administración, comenzando por el reciente acuerdo de alto el fuego entre Israel y el grupo palestino Hamás, un acuerdo que su equipo de diplomacia logró tras meses de intensas negociaciones.
La transición presidencial
Antes de su discurso, la Casa Blanca informó sobre una reunión entre los actuales y futuros miembros del gabinete, convocada por la asesora de Seguridad Nacional, Liz Sherwood-Randall. Esta reunión formó parte del proceso de transición presidencial ordenado por Biden, en el cual se discutieron temas cruciales de seguridad, como la prevención de ataques terroristas y la gestión de amenazas sanitarias globales, como la gripe aviar.
Aunque algunos miembros del gabinete de Biden estuvieron presentes, como el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y el fiscal general, Merrick Garland, no participaron otros funcionarios clave, como el secretario de Defensa, Lloyd Austin, o el secretario de Estado, Antony Blinken. En su lugar, estuvieron presentes representantes de la administración entrante, como los nominados para las carteras de Defensa, Seguridad Nacional, Estado y Tesoro.
Un futuro incierto
Biden también subrayó que los efectos de sus logros “llevarán tiempo en sentirse”. En su visión, el camino hacia la recuperación total de la nación, en términos económicos y sociales, requerirá paciencia y persistencia. Sin embargo, también hizo un llamado a mantener la unidad del país y a asegurar que la democracia prevalezca frente a las amenazas que, según él, se avecinan con el ascenso de la oligarquía en Estados Unidos.
Mientras Biden se prepara para dejar la Casa Blanca, su legado se verá marcado por sus advertencias sobre los peligros del abuso de poder, así como por los logros alcanzados en materia de empleo, medio ambiente y diplomacia internacional. A pocos días de la toma de posesión de Donald Trump, el futuro del país queda en manos de una administración que, según el presidente saliente, deberá enfrentar los desafíos de una democracia cada vez más amenazada por las élites poderosas.