El crudo entre inflación y volatilidad política mantiene alerta a los inversores en EE.UU
El mercado petrolero vive un repunte notable, impulsado por la moderación de la inflación subyacente en Estados Unidos, que creció un 3.2%, por debajo de las previsiones. Este dato renovó las expectativas de una Reserva Federal menos agresiva, avivando la esperanza de una política monetaria que estimule el crecimiento económico y, con ello, la demanda energética.
La inminente inauguración presidencial introduce incertidumbre en el mercado, especialmente por las posibles decisiones de la nueva administración sobre la producción nacional de crudo, concluye un análisis de Quásar Elizundia, Estratega de Investigación de Mercados- Pepperstone
Añade que mientras tanto, la debilidad del dólar frente al petróleo refuerza el repunte del WTI, que alcanzó los 80 dólares por barril, un nivel no visto desde agosto.
Reducción de inventarios y optimismo global moderan el panorama
Ocho semanas consecutivas de caída en los inventarios de crudo en EE. UU. reflejan una demanda robusta, aunque matizada por la baja actividad de refinerías.
En el ámbito global, la OPEP proyecta un crecimiento sostenido de la demanda para 2026, mientras que la estabilidad en Medio Oriente tras el alto al fuego entre Israel y Hamas alivia los temores de interrupciones en el suministro.
El petróleo enfrenta un cruce de influencias: optimismo inflacionario, incertidumbre política y ajustes en la oferta.
La interacción de estos factores dibuja un escenario dinámico y volátil, dejando al oro negro en una posición clave para el corto y mediano plazo.
Impacto del dólar débil y su correlación inversa
El debilitamiento del dólar, que suele mantener una relación inversa con los precios del petróleo, ha sido un motor importante en el reciente repunte del crudo. Un dólar más débil hace que el petróleo sea más atractivo para los compradores que manejan otras monedas, impulsando la demanda en el mercado internacional.
Esta tendencia, combinada con las señales de una Fed menos restrictiva, genera un ambiente de mayor optimismo entre los inversores energéticos.
Inventarios en caída: un reflejo de la demanda oculta
La disminución de los inventarios de crudo en Estados Unidos, con una caída de 1.961 millones de barriles, supera las expectativas de los analistas.
Este dato resalta la fuerza del consumo interno, aunque las reducciones en la actividad de las refinerías y las importaciones también sugieren que el equilibrio entre oferta y demanda sigue siendo precario.
Por otro lado, las importaciones de petróleo han mostrado una tendencia a la baja en comparación con el mismo período del año anterior, lo que añade presión al mercado interno para satisfacer la demanda creciente.
Esto plantea interrogantes sobre si la producción nacional puede cubrir eficientemente las necesidades energéticas, especialmente en un entorno global más competitivo.
Opep: un optimismo con reservas estratégicas
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mantiene su proyección de crecimiento de la demanda global, con un aumento estimado de 1.43 millones de barriles diarios para 2026.
Sin embargo, este optimismo viene acompañado de llamados a los países miembros para que refuercen su capacidad productiva y aseguren el suministro frente a posibles crisis geopolíticas.
La política como eje de volatilidad
La política energética de Estados Unidos juega un papel central en el mercado del crudo.
Las posibles decisiones de la nueva administración respecto a la producción de petróleo de esquisto, la regulación ambiental y la exploración de nuevas reservas son factores que podrían impactar significativamente el equilibrio global.
La combinación de estos elementos introduce una volatilidad que, aunque previsible, resulta difícil de cuantificar.
Geopolítica: estabilidad temporal en medio oriente
La tregua entre Israel y Hamas ha traído un respiro al mercado, disipando por el momento el riesgo de interrupciones en el suministro desde una de las regiones más críticas para el comercio energético global. No obstante, los analistas advierten que la estabilidad en Medio Oriente es históricamente frágil, lo que mantiene a los mercados atentos a cualquier cambio en la situación.
Perspectivas para los próximos meses
El mercado petrolero se encuentra en un punto de inflexión crítico, con múltiples fuerzas actuando simultáneamente. Si la inflación en EE. UU. continúa moderándose y la Fed adopta un enfoque menos agresivo, podría esperarse una recuperación sostenida en la demanda de crudo.
Sin embargo, las decisiones políticas, la capacidad de las refinerías para operar a pleno rendimiento y los riesgos geopolíticos serán determinantes en la evolución de los precios del petróleo durante 2025.
Este escenario deja en claro que el petróleo sigue siendo el barómetro global de la economía, influenciado por factores económicos, políticos y sociales que moldean un panorama tan desafiante como impredecible.